Sobre Podemos
Yo no estoy a favor de Podemos, aunque no dejo de reconocerles dos méritos. El primero es haber sido un revulsivo en el panorama de la política nacional. El segundo es la inteligente utilización de los medios de comunicación. La presencia de sus miembros se multiplica en debates o entrevistas. Frente a unos adversarios en general poco afinados o francamente insultantes, los de Podemos callan, no se inmutan, no interrumpen y cuando llega su turno exponen sus argumentos, con apariencia de convincentes. En general, ganan por KO. Sin embargo, si se está atento, sus argumentos o son denuncias que cualquiera podría hacer, o son simples formulaciones utópicas, o caen —cuando se les contradice— en ataques ad hominem, a veces casi surrealistas. Por ejemplo, ante la acusación de haber cobrado de un Gobierno que —así se le dijo— “dispara contra los que se manifiestan en las calles”, Iglesias contestó que también el Gobierno vende armas a Venezuela y que el rey Juan Carlos es amigo de Mohamed VI. Por eso he agradecido tanto el análisis tan serio realizado por Antonio Elorza, publicado en este periódico el día 16 y titulado La ola. Ojalá los adversarios de Podemos tuvieran el mismo nivel y la misma profundidad.— Carlos F. Barberá.