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Alterconsumismo
Coordinado por Anna Argemí

Café pendiente: pague 2 pero tome sólo 1... por caridad

¿Por qué no invitar a los clientes de una cafetería a pagar su café y también el de un desconocido, alguien que no se lo pueda permitir? Se trata de una tradición ancestral de los bares napolitanos y que la “Rette del caffè sospeso” (red del café suspendido) junto con el ayuntamiento de Nápoles decidió impulsar a partir del 2011 instaurando el 10 de diciembre como la “Giornatta del caffè sospeso”. La elección de la fecha no es casual porque se celebra también entonces el Día de los Derechos Humanos.

Pedir un café suspendido o pendiente consiste en algo tan sencillo como tomarse un café y dejar pagado otro u otros hasta que llegue al bar un cliente necesitado de cafeína y falto de dinero. Los napolitanos solían ofrecer un café “pendiente” los años antes de la II Guerra Mundial, cuando el café era un bien de lujo y muchas personas no podían permitírselo.

El escritor Luciano de Crescenzo, que se hizo famoso en nuestro país con su “Historia de la filosofía griega”, explica que la tradición tiene que ver con el deseo de compartir la felicidad. “Cuando un napolitano se siente feliz por alguna razón, la que sea, en vez de pagar un solo café, paga dos. Es como ofrecer un café al mundo.” Podríamos decir que se trata de una manera de realizar un gesto solidario y anónimo.

El café “suspendido” ha ido expandiéndose más allá de los Apeninos gracias a las redes sociales y hoy en día se aplica el mismo principio solidario en muchos países, desde Australia hasta Canadá pasando por Europa. En el ámbito hispano se habla de café pendiente. En España, en concreto, la web Cafes pendientes ofrece un mapa interactivo que permite encontrar los locales que se han sumado a la iniciativa, unos 400 hasta la fecha. Chile cuenta también con su propio portal Café pendiente Chile, que como la web argentina un café pendiente ofrece la lista de los locales adheridos. La iniciativa se ha replicado también en Colombia, Uruguay y Perú. La web homóloga mexicana, Café pendiente, propone pagar un café o “un platillo” para alguien en situación de calle o pobreza. En su vídeo de promoción puede oírse que “no se trata de cambiar su vida sino de cambiar su día”.

La idea del “café pendiente” ha traspasado fronteras y también se ha reinventado adaptándose a las particularidades culinariras de cada cual. En Francia por ejemplo se encuentran “en suspenso” cafés pero también kebabs, e incluso la sacrosanta baguette. La web “une baguette en attente” lista hasta 128 panaderías que ofrecen a sus clientes la posibilidad de pagar el pan por adelantado para las personas más necesitadas. De hecho, en España también se han dado iniciativas de panaderos que se han prestado a ofrecer “pan pendiente”, como esta de Moncada (Valencia).

En la ciudad de Nantes se ha creado la asociación “Tout en attente” (Todo en espera) para promover la misma acción solidaria aplicada a cualquier producto de necesidad, no sólo café o pan.

 

Comentarios

El tema está bien, pero creo que hay poca gente que lo hariasaludoshttp://trabajoserio.ws/gmi-espana-una-de-las-mayores-empresas-de-encuestas-del-mundo/
Café pendiente?, nos quieren estrujar y sacarnos lo que no tenemos, que les invite starBUCKS

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