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Migrados
Coordinado por Lola Hierro

"Achacar la crisis a la presencia de inmigrantes no es nada interesante"

En este nuevo episodio de la campaña Todas las piezas son importantes de Málaga Acoge conocemos a un dibujante español de padres sirio y madre catalana. Su nombre es Omar Janaan y cree que cualquier trabajo artístico puede aportar algo que cambie la sensibilidad de la gente y que no es justo culpar a los inmigrantes de los efectos de la crisis. Esto es lo que nos cuenta:

¿Facilita la integración el hecho de tener una familia tan diversa?

Quizá no he vivido en primera persona de forma muy fuerte el tema de la integración porque he nacido aquí. Pero la condición de mi familia sí ha hecho que algunas cuestiones no sean iguales para mí que para el resto de los españoles. Mi familia es musulmana y eso es algo que he tenido que adaptar a esta sociedad.

¿Y el tener una religión diferente, le ha complicado su día a día?

El haber nacido con una familia con una cultura diferente y que sigue una serie de ritos y cuestiones religiosas diferentes ha tenido, quizá, su parte de complicación a la hora de adaptarme. Pero, creo, más de niño: ahora está todo más asimilado. De todas formas, la religión es algo que se lleva dentro y tienes que saber vivirlo en tu día a día; no tiene por qué complicarse más en ninguna sociedad.

¿Qué cree que aporta la mezcla de culturas, religiones, orígenes… A una sociedad?

Yo creo que, inevitablemente, el hecho de que en cualquier sociedad haya una mezcla de culturas y pensamiento, aporta muchas cosas. Como mínimo, distintos puntos de vista para enfrentarse a distintas situaciones y también abrirse a lo que es el mundo y no limitarnos a lo que tenemos cerca. Que haya diversidad nos abre puertas a muchas maneras de pensar y visiones que quizás no tendríamos en cuenta si estamos muy cerrados. Es algo bastante interesante, desde lo que uno pueda aportar si viene de fuera y desde lo que otro pueda recibir si está dentro y hay una buena relación, que es lo que se debe tener. Apreciar las diferencias y que eso se convierta en un aporte, más que una contaminación.

¿Y cómo se convence de eso a alguien con pensamientos racistas?

Es difícil. De entrada, no comparto su manera de pensar; eso de que venga alguien de fuera simplemente para robarnos el trabajo… En fin. ¿Qué se les puede decir? Bueno, no soy nadie para decir nada o lanzar sentencias, pero habría que ver la inmigración desde el punto de vista de lo que aportan las personas que vienen. Lo del trabajo, por ejemplo, es una cuestiones de errores y necesidades. Si ahora estamos en un momento en el que hay menos trabajo y se nota más la presencia de los extranjeros, es porque han ocupado puestos de trabajo que antes estaban desocupados y también desatendidos, que nadie había reparado en ellos. Y ahora hay una gran preocupación. Pero llegar al punto de quejarse y achacar la crisis a la presencia de inmigrantes es algo que no es nada interesante.

¿Se siente más de Málaga, de Siria, de Cataluña…?

Yo creo que me siento de cada tierra en la que estoy. Llego, me acomodo y me adapto a lo que hay, sabiéndome adaptar al sitio y sin perder mi esencia, eso es normal. Y si me siento más malagueño o sirio… no sé si es demasiado tópico, pero me siento más parte del mundo. El hecho de haber nacido en el seno de una familia con mezcla de culturas, en este caso la árabe y la occidental -española-, ha hecho que el abanico de visiones del mundo sea más amplio. Me siento un poco de todos lados: vivo en una cultura con grandes tradiciones y tengo otra cultura con otras grandes tradiciones, y eso me ha enriquecido en la forma de ver las cosas. Sentirme de sólo un punto me parecería limitarme.

¿Cómo está viviendo el conflicto sirio?

Tengo mucha familia allí: toda la familia de mi padre, exceptuando a un tío. Toda lo está pasando fatal, como es lógico en una guerra. Es terrible porque las comunicaciones se han cortado y es muy difícil contactar con ellos. Sabemos que cuando hay un conflicto en una zona donde hay familiares, estos se desplazan a otras ciudades donde hay menos problemas; y suponemos que esto es así en general. Hemos tenido también alguna muerte en la familia a causa de la guerra y donde más cerca me ha afectado es por mi hermana. Ella nació en Marbella, con el tiempo se casó y se fue a vivir a Siria, tuvo dos hijas e hizo allí su vida. Pero la guerra ha hecho que tenga que volver aquí y, de la noche a la mañana, se ha encontrado sin nada. Ha tenido que empezar de cero en Málaga otra vez y ahora está intentando rehacer su vida. Son consecuencias inevitables de catástrofes como la guerra de Siria.

Y casi se sentirán afortunados respecto a otros miles de sirios…

Claro. Su posición es mucho más favorable que la de otros familiares míos o las de miles de personas y refugiados que viven el conflicto en el país y tienen que huir a Turquía u otros países. Ella ha tenido la posibilidad, claro; en ese sentido estamos tranquilos, hubiera sido peor si se hubiera quedado allí.

Cambiamos de tema: ¿Desde cuándo se dedica al humor gráfico?

Yo llevo dedicándome al humor gráfico y a la ilustración desde hace dos tres años de manera profesional. Como disfrutador llevo toda la vida: desde pequeño tengo un lápiz agarrado y no paro de dibujar. El salto profesional lo di de la mano de un amigo ilustrador, Emanuel Lafont, que me animó a publicar y sacar cosas de lo que hago, y al haber hecho eso, pues lo único que me ha dado este trabajo es disfrute. Todo han sido ánimos y muy buenos momentos. Es un trabajo duro, pero reconforta mucho que haya un gran apoyo detrás, que la gente disfrute con tu obra… Y que una de las finalidades del humor gráfico, que es divertir y disfrutar, se pueda conseguir; con esto estoy más que satisfecho.

¿Cuáles son sus líneas de trabajo?

Yo tengo dos líneas de trabajo. Una sería puramente humor gráfico. Generalmente viñetas sueltas, pero sin limitaciones, ya que no trabajo de forma fija con ningún medio, por lo que puedo plantearme cualquier planteamiento o experimento. No tengo personajes fijos, aunque hay algunas más relacionadas con lo social y cultural, pero también otras más ligadas con el humor absurdo que se fijan tanto en los desajustes de la realidad. Y luego, otra, es sobre ilustraciones de textos, publicidad… Algo que es casi el efecto secundario de haber empezado con el humor gráfico.

¿Puede hacer el humor gráfico algo por cambiar las cosas?

Cualquier trabajo artístico puede aportar algo para cambiar la sensibilidad de la gente, o al menos conseguir una sensibilidad. En el caso del humor gráfico, o como yo me lo planteo, parto de la base de que para llegar al humor antes que al gráfico, que es sólo el medio, simplemente hay que observar los desajustes de la realidad. Cuando uno analiza esos desajustes y los extrae, les da una vuelta de tuerca e intenta hacer humor. Intenta dar una visión de algo que no había tenido otra persona. Y con eso se consigue al menos llamar la atención de alguien o de un conjunto de personas. Y al llamar la atención consigues que la gente reflexione, además de reírse, claro, que es una de las cosas más importantes. Y si vemos la cantidad de temas sociales, culturales, políticos y sus desajustes, pues nos encontramos con cosas que están funcionando mal. Y la reflexión sobre eso puede ayudar a cambiarlo, y el humor gráfico funciona como arma de sensibilización.

En el tema de la inmigración, como en cualquier otro, creo que se puede hacer humor aunque haya situaciones muy delicadas. Y con ese humor se puede intentar contar la cara más amable de cualquier tipo de situación, ofrecerla desde un punto de vista humorístico puede permitir que llegue a mucha gente y que se pueda entender mejor.

¿Dónde se puede conocer tu trabajo?

Pues se pueden ver en mi página web, donde está todo: www.omarjanaan.es, donde está también la sección de viñetuelas, como llamo cariñosamente mi trabajo, y también las ilustraciones y otras cosas.

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que los metan en su casa no te jodes
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