Cisma en la familia Le Pen
Un comentario antisemita del fundador del Frente Nacional provoca la ruptura con su hija Marine
Siempre es doloroso que un padre se vea criticado por sus descendientes a la vista de todos. Pero si eso ocurre en la familia gobernante de la extrema derecha en Francia, el partido más votado del país, la ruptura política se añade al desgarro familiar. Esto ha ocurrido entre Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional, y su benjamina Marine, precisamente cuando ella saboreaba el triunfo conseguido bajo su mando en las europeas del 25 de mayo.
Todo viene a cuento de un vídeo en el que el extremista daba un repaso a personas hostiles al Frente Nacional, como el cantante Patrick Bruel, de origen judío. A papá Le Pen le pareció oportuno prometer que serían enviados a la próxima “hornada”, alusión nada velada al exterminio de judíos por los nazis. Mal servicio a la carrera de la hija, empeñada en desdemonizar al partido. Sobre todo si eso se produce en plena negociación de apoyos con otras fuerzas populistas para formar grupo propio en el Parlamento Europeo, lo cual permite intervenir en todas las sesiones plenarias y recibir fuertes subvenciones.
Marine vio caer la carga explosiva y zarpó rauda al desminado. Intentó desmentir que se tratara de una frase antisemita, pero dijo que el comentario paterno le parecía “un error político”. Por primera vez se le escuchaba criticar a su progenitor, ya condenado en 1996 por incitación al odio racial, por haber dicho que las cámaras de gas fueron “un detalle” en la historia de la II Guerra Mundial.
El vídeo infamante ha desaparecido de la web del Frente Nacional y se ha anunciado la exclusión de la misma del blog de Jean-Marie Le Pen. A sus 85 años, el reincidente se considera “muy herido” tras sentirse “apuñalado por la espalda”.
Bien mirado, la ocasión la pintaban calva para Marine Le Pen que, a sus 45 años, no está dispuesta a que nada perturbe su marcha triunfal hacia el poder. El extremismo de hogaño prefiere ser antieuropeísta y proteccionista, ataca al euro, pide que vuelvan las fronteras, grita contra el exceso de inmigrantes, pero hace como que se avergüenza de los crematorios. Ojo con la gran familia.
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