¿Se acabará esta ceguera política?
La premura para proceder con la innecesaria Ley de Mutuas, que prevé la desvinculación de éstas de sus servicios de Prevención de Riesgos Laborales, así como la posibilidad que formulen propuestas de altas médicas, efectivas por silencio administrativo de inspección, puede explicar las tendenciosas noticias sobre bajas laborales desde el Tribunal de Cuentas.
Todas las bajas son controladas por los médicos de familia. Sus sistemas informáticos transmiten de forma simultánea la baja al servicio de inspección, además de otras copias para el trabajador y la empresa y cuya gestión de pago y supervisión está complementada en un 75% de casos por las mutuas. Nada se prevé en la normativa prevista de autorizar el periodo de baja según la duración de las patologías en lugar de los partes semanales (millones al año).
Por tanto, asimilar los partes no fiscalizados por la Seguridad Social a “descontrol” y a “ahorro” es una interpretación aventurada y traduce desconocimiento y falta de ideas para agilizar un proceso que requiere desburocratización de los partes semanales y de las altas en bajas cortas (innecesarios), el compartir información selectiva de los procesos de forma telemática y mayor coordinación con los servicios de prevención, bien para incorporaciones parciales en determinadas patologías o para evitar la progresión de aquellos casos antes de desencadenar una baja.
La Seguridad Social no asume sin control el coste del 60% de las bajas, puesto que el 67% del total tienen una duración inferior a 15 días y su coste es asumido enteramente por las empresas.— Anna Puigdellívol Sánchez. Médico de familia,
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