¿Rosa o azul?

Hace unos días fue el cumpleaños de mi sobrino, y quise comprarle un regalo. Fui a una tienda de esas en las que puedes encontrar todo tipo de juguetes, y de precios. Entré observando ambas cosas, buscando algo que le pudiera agradar. Juegos de aventuras, de acción, para construir; había de todo, aquello era un verdadero paraíso pero pintado de azul. Miré a mí alrededor y, como era de esperar, me encontraba en la sección para niños. Por curiosidad me acerqué a la sección de niñas y de pronto el azul cambió al rosa y colores más pálidos. Los juegos de aventuras desaparecieron y se transformaron en palacios con hadas, los de acción eran inexistentes y costaba encontrar los de construcción. En cambio aumentaba el número de sets de limpieza, carritos de la compra y muñecas para peinar, llevar al médico o cuidar de sus hijos. Y no exagero, en la caja había un verdadero manual para la vida de estas criaturitas. Sin dar crédito salí de allí despavorida.

Los niños están obligados a posicionarse en uno u otro lugar. ¿Rosa o azul? ¿Estaré equivocada si elijo el azul? Y viceversa… Deberíamos dejar de clasificar juguetes y juegos, que sean los niños y niñas los que elijan lo que les gusta. Después nos preguntamos por qué hay tanta violencia de género. Si desde pequeños les enseñamos que las niñas deben jugar con muñecas y los niños con coches creamos un mundo con un gran abismo entre ambos.— Elisabeth Moreno Prieto.