Contra la violencia en el fútbol
He tenido un sueño. He soñado que el sábado 24 por la noche después de la final de la Copa de Europa de clubes, o de la Champions League como se dice ahora, a la que por primera vez llegan dos clubes de una misma ciudad (Madrid), ambas aficiones se hermanaban y los perdedores acudían a felicitar a los ganadores a Cibeles si el vencedor era el Real Madrid o a Neptuno si el campeón era el Atlético de Madrid. Lo hacían como protesta por la violencia en el fútbol y el mundo entero se felicitaba al ver a dos aficiones tradicionalmente enfrentadas fundiéndose en abrazos.
Puedes llamarme soñador, pero a lo mejor no soy el único.— Pedro Rubio Cruz.
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