Una cabalgada y tres hoteles recomendables en Bariloche

Si venís por Bariloche, la famosa localidad turística de los Andes argentinos, y buscáis hacer algo más que el típico recorrido en autobús por los lagos cercanos que hace la mayoría de visitantes, no os perdáis la ruta a caballo hasta el Cerro Volcánico que acabo de hacer y que es altamente recomendable.

La organizan desde Pampa Linda, un hostal de montaña muy conocido que está a los pies del Cerro Tronador, a unos 80 kilómetros de San Carlos de Bariloche.

La excursión lleva unas tres o cuatro horas de subida hasta el Cerro y otras tres de bajada, así que si no estás acostumbrado a montar a caballo, el culo (la cola, como dicen en Argentina) te va a quedar como si te hubieran dado cien patadas y a la noche te van a doler músculos que jamás imaginaste que tenías. Pero el cansancio habrá merecido la pena.

Las monturas avanzan durante las dos primeras horas por unos bosques encantados de coihues y ñires que son todo un espectáculo visual. El suelo almohadillado de turba amortigua el ruido de los cascos y el viento que se cuela por el follaje hace aún más irreal el decorado. Conforme se gana altura, las barbas de viejo, unos líquenes muy característicos, enfundan el tronco de los árboles y te crees por momentos que estás en el rodaje de el Señor de los Anillos.

Se pasa por la laguna Rosada y poco después se acomete la subida hasta el cono oscuro del Cerro Volcánico, de unos 2.000 metros de altitud, un pico formado por una erupción relativamente reciente que dejó allá arriba un paisaje ocre y rojizo que contrasta con el verde de los bosques que acabamos de atravesar.

La vista desde arriba es soberbia: una panorámica sobre el corazón de los Andes, casi en la línea fronteriza entre Chile y Argentina, donde el lienzo de lagos, bosques y picos se pierde en el horizonte. De todos ellos destaca el poderoso y espectacular glaciar del Cerro Tronador, que queda justo enfrente de nuestro balcón panorámico. ¿Qué importa que luego a la noche te duela el culo-cola?

Y si queréis alojaros en el entorno de Bariloche, aquí van tres hoteles para todos los gustos:

Hotel Llao Llao

El más lujoso y elitista de la comarca. Lo construyó Parques Nacionales en los años 40, pero luego pasó a gestión privada. Conserva el espíritu de casa de montaña sobria pero llena de calidez y detalles. Tiene spa, buen servicio, restaurante y todo tipo de facilidades. Una especie de palacio rural en un sitio espectacular. Eso sí, el lujo tiene un precio: la habitación estándar en temporada alta cuesta a partir de 420 dólares.

Hotel Tronador

Una de las joyas ocultas de Bariloche. Un hotel familiar, pequeño y coqueto, todo construido en madera estilo chalé alpino, al pie del lago Mascardi, en un paraje bucólico, rodeado de césped y de cuidados parterres de flores. Precio asequible (180 euros habitación doble con pensión completa) para la calidez y la calidad que ofrece. Perdido en uno de los bosques más bellos de Bariloche, a más de una hora de cualquier carretera asfaltada, es perfecto para quienes quieran descansar en un rincón sacado de una postal.

Hostería Pampa Linda

Mucho más sencillo y espartano que los anteriores, este histórico hostal de montaña, regentado desde hace décadas por la familia Vereertbrugghen, está en el corazón del parque nacional Nahuel Huapi, a los pies del glaciar del Cerro Tronador. Es famoso en el entorno porque desde aquí salen las mejores rutas senderistas y ascensiones de la comarca. Muy visitado por turistas de día, la zona queda más tranquila y sosegada al caer la tarde, cuando se va el último autobús. Es el momento de sentarse en su terraza para ver cómo el atardecer incendia las nieves aún perpetuas del glaciar Tronador. Tienen también un albergue más barato y montañero. Habitación doble con desayuno desde 60 euros.