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La política ‘mega’ de Kim Dotcom

El fundador de Megaupload, en libertad condicional en Nueva Zelanda y acusado de piratería informática y lavado de dinero, ha empezado 2014 con energías renovadas Dos años después de la detención que acabó con su imperio y a la espera del juicio sobre su extradición a Estados Unidos, lanza un partido político y busca limpiar su imagen también con un disco ‘dance’ y una página para música ‘online’

Tommaso Koch
El informático Kim Dotcom, millonario gracias a su página, ya cerrada, Megaupload.
El informático Kim Dotcom, millonario gracias a su página, ya cerrada, Megaupload.Hannah johnston (GETTY)

Qué pasará el 20 de enero de 2015? A juzgar por lo ocurrido hasta ahora, la pregunta es pertinente. Aunque la respuesta es imprevisible. Porque, desde hace tres años, ese día en la vida del millonario informático Kim Dotcom sucede siempre algún acontecimiento tan mega como la página web de almacenamiento y descarga de archivos que lanzó el 20 de enero del año pasado.

Quizá sea la pasión del alemán por sí mismo: no sorprende que un señor que llama a su perro Dotty Com y coloca online o por su casa decenas de fotos de su cara busque celebrar su cumpleaños —que cae justo el día después, el 21— con algún evento inolvidable. O quizá sea el recuerdo del primer 20 de enero importante de su vida, cuando la fiesta se la hizo Estados Unidos. Era 2012, y Dotcom (Kiel, 1974) fue detenido en su mansión en Nueva Zelanda, acusado de piratería informática, lavado de dinero y asociación criminal. La operación, dirigida por el FBI, también cerró su web Megaupload, donde miles de usuarios compartían ilegalmente películas y canciones protegidas por los derechos de autor.

Tras una irrupción a lo mega —paradojas de la vida— con helicópteros y 76 agentes armados (tanto que la justicia neozelandesa, a posteriori, la declaró ilegal), Dotcom fue encarcelado. Poco después fue puesto en libertad condicional con la orden de no alejarse a más de 80 kilómetros de su cárcel dorada de 22 millones de euros, viñedos y cascadas, en los alrededores de Auckland. Allí, con la calderilla de unos 15.000 euros que las autoridades descongelan cada mes de sus fondos para su mujer, sus cinco hijos y su defensa, Dotcom pelea por ganar el proceso en el que EE UU pide su extradición para enfrentarle a cargos por 55 años de cárcel. Pero hasta ahora triunfan los retrasos: previsto para el año pasado, el juicio se ha aplazado tanto que muchos dudan de que termine incluso este año.

Se toma en serio su partido, por eso canceló una fiesta con 25.000 amigos que prometía comida y diversión

Por lo pronto, 2014 ya ha tenido su 20 de enero. Y este año Dotcom ha organizado una celebración triple: se ha sacado de la chistera un disco dance, una nueva página para escuchar música en streaming llamada Baboom y —ojo— un partido político. Aun así, resulta que hasta los ricos lloran, y hace unos días el hacker aseguró en Twitter que se sentía “muy triste”. La razón es que la creación del bautizado como Partido de Internet le obligó a cancelar el “party party” —fiesta del partido, en inglés— que había organizado por sus 40 años y su bajada a la arena política. Muy a pesar de los 25.000 amigos que se apuntaron en la Red al evento gratuito, las autoridades electorales miraban de reojo una fiesta que ofrecería entretenimiento y comida, pero quién sabe si a cambio de votos.

“El futuro de Nueva Zelanda es más importante para mí que una noche de diversión”, aseguró, cual estadista, Dotcom. Por lo visto, quiere ser tomado en serio y defiende que su partido “activará a los no votantes, la juventud y el electorado de Internet”. ¿Cómo? A saber. Del programa se desconoce prácticamente todo. Las únicas certezas son que Nueva Zelanda celebrará elecciones —probablemente en noviembre—, que el alemán no podrá ser candidato al no ser ciudadano neozelandés, que aún necesita el aval de 500 miembros para registrar su criatura y que, en todo caso, tendrá que alcanzar el 5% de los votos para colar al menos un representante en el Parlamento.

Desde luego, si pudieran votar sus fans en Internet, las elecciones serían un plebiscito. Su antigua página, Megaupload, llegó a más de 150 millones de usuarios, y los llamados premium pagaban por un servicio mejor. Con ellos, y con las publicidades, Dotcom y sus compañeros —hay otros tres detenidos en lucha contra la extradición— acumularon hasta 135 millones de euros y causaron daños a la industria cultural por al menos 386, según los fiscales del Tribunal de Virginia (EE UU) que empezaron a perseguirlos. Porque, claro, muchos usuarios acudían al portal para compartir y descargar contenidos piratas. “Éramos conscientes de que había piratería en Megaupload”, admitió Dotcom en una entrevista con EL PAÍS en la que también reconocía que su web era un negocio. Sin embargo, y desde el minuto uno, su defensa consistió en repetir que se limita a ofrecer el servicio y no es responsable de lo que los usuarios hacen con él. Dice que no entiende por qué tanto revuelo contra él y no, por ejemplo, contra Google o YouTube.

Kim Dotcom, frente a su mansión de 22 millones de euros en Nueva Zelanda, el pasado mes de enero.
Kim Dotcom, frente a su mansión de 22 millones de euros en Nueva Zelanda, el pasado mes de enero.MAX GILBERT (CORDON)

Para dejarlo más claro aún, la heredera de Megaupload, bautizada con exceso de originalidad Mega, añadió un sistema de encriptación. Es decir, si antes el usuario subía un contenido (una película, una foto, una canción…) y recibía un enlace para poder acceder a ello, ahora también obtiene una contraseña. ¿Resultado? Nadie, ni Mega, ni Dotcom, ni el FBI, puede saber qué hay en cada archivo, salvo el propietario de la clave. De ahí que hace meses Vikram Kumar, a la sazón CEO de Mega aunque ahora lidera el Partido de Internet, presumiera de que solo reciben unas 100 notificaciones al día de contenidos retirados por violar el copyright. Ya, pero, ¿qué se esconderá detrás de las demás contraseñas? Lo que se sabe es que las visitas a Mega han crecido de media un 18% al mes desde su nacimiento. La web recibió en diciembre de 2013 —último dato disponible por ComScore— poco menos de 20 millones de usuarios únicos, de los cuales el 32,4% procede de América Latina, y el 8,4%, de España. No por nada Dotcom define este país como “un gran mercado”.

Para sí mismo, el alemán tiene más definiciones. Suele decir que es “desmesurado”, lo que cuesta contradecir: 140 kilos por dos metros, autos de lujo a gogó, dos condenas de cárcel (por una de ellas paso cinco meses entre rejas) por trampas financieras, y afirmaciones que van desde que podría piratear las cuentas de Bin Laden hasta que su victoria judicial sería la de “todos”. También se define como un mártir y ha intentado convertir su guerra en una lucha de ideales. Para ello suele compararse con Assange y Snowden, olvidando que las batallas del líder de Wikileaks y del exanalista de la NSA no tenían afán de lucro.

El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, prefirió reírse de él y comparar su partido con una formación que dos cómicos del país crearon como broma en 2008. Por ahora, Dotcom no se preocupa y sigue con los mantras de siempre: hay un complot contra él, podrá con todo y “EE UU quiere colonizar Internet”. Últimamente, también afirma que Baboom, su nueva página, revolucionará la manera de entender la música online y la relación entre artistas y usuarios. Quizá algún día sea así. De momento, la web solo contiene un disco. El suyo.

Tres veces 20 de enero

  • 20 de enero de 2012 (todavía el 19 en Europa y América). 72 agentes armados irrumpen con perros y helicópteros en la mansión neozelandesa de Kim Dotcom. El hacker es detenido y acusado de lavado de dinero y piratería informática, entre otros delitos. La operación, coordinada por el FBI, también cierra su web Megaupload, donde millones de sus usuarios compartían ilegalmente películas y canciones protegidas por el copyright. Un mes después. Dotcom es puesto en libertad condicional, con la orden de no abandonar su mansión millonaria en las afueras de Auckland. Allí, el informático pelea desde entonces por ganar el juicio en el que Estados Unidos pide su extradición, para poderle enfrentar a cargos por hasta 55 años de cárcel. Está previsto que el proceso se celebre este año aunque los numerosos retrasos que ya ha sufrido llevan a dudar de ello.
  • 20 de enero de 2013. En el primer aniversario del "raid", como él llama a la irrupción policial, Dotcom lanza su nueva web de descarga y almacenamiento de archivos: Mega. La página añade un sistema de encriptación que, según el alemán y sus socios, hace que nadie sepa qué contiene cada archivo, salvo el propio usuario que lo haya subido y tenga la contraseña para acceder a ello. Las visitas a Mega han crecido de media un 18% al mes desde su lanzamiento y la página tuvo casi 20 millones de usuarios en diciembre de 2013, según datos de la consultora ComScore.
  • 20 de enero de 2014. Más novedades. Hace cinco días, Dotcom concreta sus planes para 2014: lanza un partido político con el que quiere competir —no él directamente, ya que no puede ser candidato— en las elecciones neozelandesas, un disco de música dance titulado Good timesy Baboom, una página para escuchar y descargar música online que, promete, revolucionará el mercado al destinar el 90% de los beneficios al artista.

Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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