Solo se salvó la fachada
FOTO: FG+SG
El primer encargo, de 2008, fue una restauración quirúrgica. El estudio portuense Pedra Líquida debía recuperar el ambiente de una vivienda del siglo XIX de su ciudad y construir, en ese marco, un hotel acogedor, de ambiente cosmopolita y cercanía doméstica. Esa vivienda de clase media, con techos adornados por cornisas, una gran escalera central rodeada de balaustradas y fachada alicatada, había sido también una casa de estudiantes. Hasta 15 alumnos había alojado la antigua dueña en las habitaciones de su casa. No parecía difícil reconvertir un lugar así en hotel. Los arquitectos Nuno Grande, Daniela Courtinho y Alexandra Grande completaron la obra en menos de un año. Solo que… aquello no pudo ser. Días antes de inaugurarlo, el establecimiento ardió. Y solo se salvó la fachada.
“En realidad quedó lo esencial, lo que no era superfluo”, explica Nuno Grandes mientras visitamos el hotel. Por eso decidieron restaurarlo mejorando el proyecto inicial. No podían ignorar lo ocurrido y optaron por aceptar ese borrón y cuenta nueva con una arquitectura esencial en la que quisieron escribir la historia de lo que había ocurrido. Así, la memoria del lugar está presente no solo en la fachada, el volumen y muchos de los elementos que se salvaron de las llamas (el alicatado de las mesas de la cafetería por ejemplo proviene de la antigua casa), los arquitectos también han escrito (tallado) en los nuevos muros y techos ideas y frases de su propia memoria cultural.
Las nuevas paredes son de hormigón, al igual que los baños cúbicos, ahora en el interior de las habitaciones. El tragaluz que desciende sobre la escalera “típico de Oporto”, comenta Grande, tiene un eco en la claraboya que lleva luz al baño. El resultado es una especie de “arquitectura fosilizada”, apunta este arquitecto, “en la que las pieles modernas rehacen lo que ya existía”. El hotel nuevo cuida el pasado. Encuentra cobijo en la arquitectura doméstica que ya no es. Y habla desde los nuevos materiales sin miedo a las cicatrices pero arropado por capas de historia.
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