El golpe de suerte del paparazi que pilló a Hollande con su amante
Sébastien Valiela cree que el presidente francés está mal protegido Asegura que descubrió el piso en el que se citaban siguiendo a un guardaespaldas de la actriz Es el mismo fotógrafo que retrató a Mitterrand con su hija extramatrimonial
Todos los paparazis tienen su coup de chance, un momento de fortuna en el que su perseverancia da los frutos deseados. Para Ron Galella, quizá el más famoso, ese momento llegó el 7 de octubre de 1971, día en que obtuvo la foto conocida como Windblown Jackie, en la que Jacqueline Kennedy aparecía en las calles de Nueva York con la melena al viento y un esbozo de sonrisa. Para el francés Sébastien Valiela, ha habido dos grandes momentos en su carrera de fotógrafo. El primero fue en septiembre de 1994, cuando se apostó a la salida del restaurante Le Divellec de París y captó un momento de ternura paterno-filial entre el presidente François Mitterrand y su hija extramatrimonial Mazarine Pingeot. Su segundo momento de gloria ocurrió este mismo mes, cuando fotografió, en compañía de un colega de su agencia Eyewitness, a otro presidente francés, François Hollande, durante sus escapadas amorosas a escasos metros del palacio del Elíseo. Las fotos han sido publicadas por la revista Closer y difundidas en todo el mundo. El fotógrafo, que ha dado una entrevista al diario Le Monde y a la emisora RTL, no está localizable ahora. La redacción de Closer informa de que Valiela “no quiere hablar más con la prensa” y se niega a facilitar el contacto con el fotógrafo.
La frase clave de su breve aparición radiofónica es aquella en la que desmiente al jefe del Estado al negar las afirmaciones de que François Hollande ha estado protegido en todo momento sin que haya peligrado su seguridad. “¿Qué nos dicen esas fotos?”, pregunta un periodista. Valiela responde: “Que el presidente está mal protegido. Que tiene un problema de seguridad, y que para poder reunirse con Julie Gayet está asumiendo riesgos”.
La entrevista que ha concedido a Michel Guerrin, directivo de Le Monde y experto en fotografía, aporta más datos sobre el modus operandi del paparazi. Guerrin contactó con Valiela con motivo de su participación en el catálogo de la exposición ¡Paparazzi!, que presentará el Centro Pompidou-Metz en febrero. Ese contacto le permite ofrecer varios detalles sobre la trayectoria profesional de Valiela en Francia y en EE UU, sus primeros éxitos en la agencia Sphinx y cómo, tras la crisis de la prensa, cambiar de enfoque.
El fotógrafo prefirió no formar parte de la nube de moscardones que Fellini retrató en su película La dolce vita (en la que Walter Santesso interpretó al personaje apodado Paparazzo) y concentrarse en los reportajes de gran impacto, en los que prima el teleobjetivo sobre el gran angular.
“Hacía tiempo que los paparazi hablaban” sobre el affaire entre Hollande y Gayet, dice Valiela a Le Monde. “Solo faltaba encontrar el lugar”. Lo halló realizando un estrecho marcaje a la actriz y productora cinematográfica. “Seguimos la pista de un guardaespaldas asignado a Julie Gayet, y encontramos el apartamento”, relata el fotógrafo. El sitio especializado en comunicación Presse News estima que la foto le habría reportado al autor unos ingresos de 40.000 euros.
Dada la rivalidad política entre Hollande y su ministro del Interior, Manuel Valls, y ciertamente entre Hollande y el expresidente Nicolas Sarkozy, no han faltado teorías de la conspiración, que malician la supuesta complicidad entre ellos y la prensa rosa. Cuando Guerrin le pregunta a Sébastien Valiela sobre esa cuestión, el fotógrafo acalla los rumores con la manida frase-talismán n'importe quoi, que admite varias traducciones según el contexto: desde “todo vale” a “qué estupidez”.
Este miércoles también se ha sabido que Julie Gayet ha decidido demandar a la revista Closer por la publicación del reportaje que la relaciona con el presidente.
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