Jugadores con ventaja
Ahora resulta que no solo un expresidente y una alcaldesa pueden ejercer presiones sobre políticos o altos ejecutivos para obtener prebendas, sino que la prole está también capacitada para esos menesteres.
La petición del hijo mayor de Aznar a Blesa de 52 millones de euros para comprar unas obras de arte y la solicitud de que el entonces alcalde de Madrid Ruiz-Gallardón cediese gratuitamente un inmueble municipal para exponerlas durante 50 años, todo basado en la amistad personal y en la idea de que “el jefe lo quiere”, demuestra hasta qué punto la familia Aznar y sus amiguetes utilizaron su poder para esquilmar a una institución como Cajamadrid en plena crisis económica.
¡Qué vergüenza! Qué pronto ha desaparecido de la cara de Aznar Jr. el velo de la ignorancia, y qué bien ha aprovechado la igualdad de oportunidades que existe, al parecer, en este país.— José Caballero Beltrán.
