Del sexo a la política en Nueva York

Cenas para recaudar fondos, correos electrónicos para ganar adeptos para la campaña con un perfil público— como Alec Bladwin o Sarah Jessica Parker— entrevistas para subrayar su apoyo al candidato. La actriz Cynthia Nixon (Nueva York, 1966) ha sido un potente muy activo en la carrera de Bill de Blasio a la alcaldía de Nueva York. “Hay semanas en las que veo a Cynthia hasta cuatro días seguidos en distintos actos. Ella está metida a fondo en esta campaña”, señaló en mayo, el entonces candidato. Y ahora que ha logrado imponerse en las urnas y prepara su llegada al City Hall el 1 de enero, De Blasio ha decidido incluir a la actriz de la popular serie de televisión Sexo en Nueva York en su equipo de transición. Se trata de un grupo de 40 personas, muy diverso, que incluye desde al rabino Michael Miller hasta al director del centro islámico de la Universidad de Nueva York, Imam Khalid, pasando por el director del relaciones externas de Google, William Floyd, el fundador de la tienda online Guilt Kevin Ryan, o el director del Museo de Brooklyn, Arnold L. Lehman.

La inclusión de Cynthia Nixon en este colectivo al frente de la alcaldía de Nueva York ha alimentado los rumores que la señalan como firme candidata a ocupar el puesto de concejal de las Artes en la ciudad. De esta manera, la actriz —que interpretó a la abogada Miranda en la serie protagonizada por Sarah Jessica Parker y sus amigas solteras en la Gran Manzana— cerrará el círculo de su activismo político, una faceta en la que se ha ido volcando cada vez más en la última década, desde que sus hijos ingresaron en la escuela pública y como respuesta a los brutales recortes. Fue cuando la pelirroja de Sexo en Nueva York decidió protestar.

En este grupo de defensores de la enseñanza pública estaba también Bill de Blasio, un desconocido hasta hace poco para la mayoría del electorado neoyorquino en el arranque de esta campaña pero no para Nixon.

El apoyo que la actriz le ha brindado al nuevo alcalde ha sido importante. Nixon consiguió donaciones para la campaña de colegas como Alec Baldwin o Sarah Jessica Parker. Y logró el apoyo de otros como Susan Sarandon, Marisa Tomei , Steve Buscemi, Chris Noth, Aida Turturro y Harry Belafonte.

Todos ellos han contribuido a la llegada de Bill de Blasio y su seductora familia al City Hall, lo que representa un hito en la ascensión de ese nuevo Nueva York que se viene gestando en las calles arboladas y viejas casas de ladrillo al otro lado del East River. Los De Blasio son el epítome del nuevo cool, ajeno a los rascacielos y próximo a las huertas urbanas, con expresivos peinados y una clara conciencia social.

Nixon se involucró tanto en la campaña que dio mítines, asistió a actos y buscó el voto de la calle. Hija de un periodista radiofónico y una actriz, graduada en el collage de Barnard de la Universidad de Columbia, y veterana de los escenarios de Broadway desde su debut a los 18 años en dos obras, también se implicó a fondo en la campaña de reelección de Obama.

Casada hasta 2002 con el fotógrafo y profesor, Dany Mozes, padre de sus dos hijos mayores, la actriz en 2004 empezó a salir con la activista Christine Marinoni con quien se casó en mayo de 2012. Viven en le Soho, compran en el supermercado Wholefoods y van a todas partes en transporte público, una vida alejada de las limusinas y los tacones de Carrie y sus amigas en Sexo en Nueva York.

Nixon ha viajado por EE UU para defender el derecho al matrimonio homosexual y cuando hizo público su apoyo a De Blasio, muchos expresaron su sorpresa porque no se alineara en el frente de Christine Quinn, abiertamente homosexual y la primera mujer que optaba a la alcaldía. Al respecto ella declaró: “Creo que es un signo de progreso, como si se hubiera disipado el humo y así los gais, los negros, los caucásicos y todo el mundo puede ver más allá de la persona que es como ellos y fijarse más en lo que un candidato tiene planificado para la ciudad”.