De noche también hay vida
Me rindo. Hace año y medio empecé a trabajar en el turno de noche. Soy enfermera y disfruto mucho de mi trabajo, a pesar de la congelación de sueldo y otros temas varios de los que no acontece hablar.
Necesito dormir por las mañanas, llego a mi casa sobre las ocho, pero es imposible descansar. No sé cómo puedo anunciarle al mundo que hay gente que no tiene un horario que se puede entender como normal. Los golpes, la música, las voces, el teléfono...
Señores, es cierto, por la noche también están las calles montadas, también hay gente que hace que el ritmo continúe. Respétenlo. Piensen que hay gente que duerme de día y no porque se haya ido de fiesta la noche anterior.— Mari Ángeles Fernández Molina.
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