Estorba el Calderón
No soy del Atlético de Madrid, pero veo con lástima y rabia cómo un símbolo de la ciudad, como es el estadio Vicente Calderón, va a ser aniquilado. Y digo aniquilado porque cambiarlo de lugar es un triste y deshonroso final para esta entrañable figura. Su alma desaparecerá en La Peineta, morirá de tristeza, como todos aquellos que amamos el Madrid clásico. Una pena.— Fernando Palma Hernaiz.
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