Peligro al volante
Al luchar por conducir, las saudíes desafían a una casta de poder con mentalidad medieval
Por una vez va a ser cierto ese topicazo machista de que las mujeres son un peligro al volante. En Arabia Saudí sí que lo son. Una mujer al volante es una amenaza para una casta de poder con mentalidad medieval. No hay más que ver la reacción de las autoridades ante la campaña organizada por un grupo de activistas contra la prohibición de conducir que pesa sobre las mujeres (extravagancia que solo se da en ese reino petrolero).
La iniciativa Women2Drive, difundida por las redes sociales, animaba a las saudíes a desafiar la ley. ¿Cómo? Sentándose al volante y circulando con el coche el sábado 26 de octubre. El Gobierno reaccionó como si de una amenaza nuclear se tratara. Funcionarios del Ministerio del Interior conminaron por teléfono a las organizadoras a suspender la movilización. Las mezquitas difundieron sermones instando a las mujeres a permanecer en sus casas. La policía estableció controles y aumentó los patrullajes. La página web de las promotoras quedó desactivada por un ataque informático. Varios días antes, un centenar de clérigos había exigido a la casa real que detuviese esa “conspiración”... Se empieza dejando que las mujeres conduzcan, y se acaba como en Sodoma y Gomorra.
Así las cosas, las organizadoras optaron por posponer la convocatoria a un imaginario 31 de noviembre, una fecha abierta que simboliza una lucha cotidiana. A pesar de todo, un puñado de valientes sí salieron a la calle, se filmaron conduciendo y colgaron los vídeos en la web. Resulta conmovedor verlas, alguna cubierta con el niqab, otra luciendo su rostro, como guerrilleras urbanas contra el sinsentido. Desde septiembre un centenar de mujeres se han lanzado a la carretera. Cuando las detienen, obligan a su tutor (marido, padre, hermano) a que se comprometa a no permitir que eso vuelva a suceder.
El caso es que muchos saudíes, hartos de pagar a conductores o de ejercer ellos mismos de chofer de la parentela femenina, están a favor de levantar la prohibición. Mientras llega ese momento, las mujeres de Women2Drive merecen más atención y apoyo del resto del mundo. Ya se sabe que los grandes saltos de la humanidad están hechos de pequeños pasos.
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