El niño de los mil millones de clics

¿Qué especie de vida glamourosa tiene?

 La rutina que lleve Ty Simpkins la semana que viene será bastante similar a la que hiciera en la anterior. Irá a su clase en un colegio público de Hollywood por las mañanas, y echará las tardes jugando al béisbol infantil con su equipo. Lo que corresponde, en definitiva, a un chaval que en agosto sopló 12 velas. Con la salvedad de que, entre medias, Ty Simpkins se ha convertido en uno de los nombres más jugosos y reiterados en Internet. El martes, para más señas, se anunció que el chaval, actor con más títulos rodados que muchos de sus mayores, había sido fichado para el reparto de la cuarta entrega de Parque jurásico, que se estrenará en 2015.

¿Famoso por una película que ni ha empezado a rodarse? ¿En serio?

A partir de aquí se alineó una serie de circunstancias que llevó Simpkins a experimentar una incandescente fama temporal: que la recientemente anunciada cuarta película de Parque jurásico es una de las películas que más obsesiona a un grueso de la población cibernauta. Que precisamente el grueso de la población cibernauta que más espera otra película de Parque jurásico es una gente de clic fácil. Y que la prensa especializada en cine, de la que tanto se nutre la generalista, depende del clic. Así, Ty Simpkins acabó en la portada de gran parte de los medios más leídos en Internet junto con un buen puñado de famosos habituales, y de ahí acabó en The Guardian, con una serie de páginas de fans en Facebook y un par de miles de seguidores nuevos en Twitter.

¿No se le conoce por nada más?

Parte del entusiasmo que ha provocado el fichaje se debe, en parte, a que Simpkins ya era un nombre familiar en la industria desde este verano, cuando se estrenó una de las películas en las que más sale, Iron man 3, a la sazón el mayor taquillazo del año (hay que ser de la edad de este chaval y estar muy acostumbrado al Hollywood de secuelas para que no chirríe el hecho de que una tercera entrega fragüe una fama y otra cuarta la corone). Fue con ese título con el que sus compañeros de béisbol se dieron cuenta de que estaban ante un actor. Es obviamente imposible predecir hasta qué punto este chico, actor por imitación de su hermana mayor, Ryan, de 15 años y participante en Revolutionary road, y llamado Ty por el jugador de béisbol Ty Cobb, capitalizará su recién estrenada notoriedad de aquí al estreno de la cinta. Pero habrá legado a la historia el ser de los primeros en tener, al menos, una semana de gloria por el único mérito de participar en una película capaz de generar clics.