“Nunca diremos que hemos llegado a la cima del Everest”

La concentración e inspiración, en caso de existir tal cosa, nace para Marlango a partir del sosiego que las casas de Leonor Watling o Alejandro Pelayo ofrecen. Todo gravita entorno a un instrumento y un cuaderno. Las ideas brotan a partir de cualquier estímulo: una imagen, una fotografía, un texto, una melodía, una conversación…“Hablamos mucho y normalmente lo que tenemos no sirve de nada hasta que no nos sentamos con el piano. Lo que surge alrededor de una propuesta rítmica necesita palabras, las cuales adquieren identidad cuando se pegan a la música”, explica por teléfono Pelayo. Pero el camino que emprendieron en 2004 y que les ha proporcionado dos discos de oro por sus dos primeros álbumes –Marlango y Automatic imperfecion-, se construye en un proceso creativo basado en una búsqueda a ciegas que no conoce fin. “No hay una meta. Igual escribimos una canción que mola muchísimo, pero no creo que nunca digamos que hemos llegado a la cima del Everest y que es el final de la carrera”, considera Pelayo, “encuentras mucha satisfacción cuando tienes una canción. La has cazado. Pero eso te dura 24 horas o dos semanas, estaba bien ayer pero faltan cosas”, añade Watling.

Ambos nos han abierto sus puertas mientras componen su nuevas canciones como parte del proyecto 'Impulso creativo'. Junto al director de cine Daniel Sánchez Arévalo y a la bailarina y coreógrafa Blanca Li, participan en una serie de vídeos que muestran a artistas de distintos ámbitos en la intimidad de su proceso de creación. Una ventana abierta a las ideas, la conexión, la motivación, la inspiración y la pasión de los personajes de 'El País Semanal'. Tres historias, tres formas de crear y de reinventar para celebrar que la revista del domingo del diario EL PAÍS también se ha reinventado.

Con este sistema, el pop influenciado por blues, jazz y soul en inglés de Marlango –el trío compuesto por Pelayo, Watling y Óscar Ybarra- armó cuatro discos que lograron una cálida acogida. Pero su inquietud artística les condujo el año pasado a dar con Un día extraordinario, su quinto disco de estudio y primero en castellano. “Gramaticalmente es más difícil: tiene sonidos más duros, no cuenta con tanto monosílabo, tiene palabras esdrújulas, las palabras van acentuadas donde van… El inglés es muy elástico”, razona la también actriz.

El cambio, sin embargo, se produjo de forma natural y paulatina. Nunca preocupó a la formación que llevaba un largo tiempo pensando en introducir canciones en un idioma que “daba otro color al directo”. El entrenamiento comenzó versionando El ultimo habitante del planeta de Nacho Mastretta y más tarde llegarían temas de Radio futura y Golpes bajos, entre otros. “Hay gente para lo que cambiar supone un drama, un cierto miedo, y una sensación de incomodidad al no saber qué va a pasar. Somos un grupo tranquilo [ríe] pero a veces uno necesita salir de la zona de confort y nos gusta buscar la inestabilidad”, se suma Pelayo.

Marlango, aseguran, tiene cuerda para rato. Las múltiples incursiones en cine y televisión de Leonor Watling no comprometen un proyecto que aún despierta pasión en ellos. La profesión les gusta y se siente afortunados por pertenecer a un gremio que enriquece a diario. “Como cada día es distinto y depende de lo que sabes, tienes la sensación de que mañana lo haré mejor”, valora la hija de madre británica y padre español. Por ese motivo, el grupo avisa: habrá nuevo disco la próxima primavera. Se moverá a caballo entre el castellano y el inglés.