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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Casa-escaparate y casa-refugio

Anatxu Zabalbeascoa

La autosuficiencia de Walden, la idea de un Robinson mesetario y la satisfacción de poder desarrollar un oficio están presentes en esta vivienda que, siendo refugio, es todo un escaparate de una motivadora manera de entender la arquitectura.

Un aparejador amigo de Rafael, Pablo y Alfonso Olalquiaga (Olalquiaga Arquitectos) muy aficionado al montañismo quiso, literalmente, “hacerse” un refugio en la sierra. Tenia una parcela en Villavieja del Lozoya, en Madrid, y decidió asumir el papel de delineante, aparejador, contratista de obra, encargado y oficial para levantar su propia casa.

Junto a los arquitectos, dibujó la cabaña y se instaló en su estudio para delinear el proyecto. Su idea de la autogestión empezaba en los planos: dibujó a mano el proyecto básico y el de ejecución siguiendo las indicaciones de los arquitectos.

“Para auto-construirse el proyecto contó con la colaboración de un grupo de amigos hecho después de muchos años de profesión: encofrador, cerrajero, carpintero, fontanero, electricista, etc”, cuenta Pablo Olalquiaga, que explica que ese proceso de autoconstrucción ha sido lento (todavía quedan por poner las puertas de los baños, los cercos interiores de las ventanas o los estores). En realidad, aparejador y arquitectos hablan de una casa “en construcción permanente”, una casa de verdad, una vivienda viva.

Así, el proyecto, “cocido a fuego lento”, es una rara avis ajena a las batallas que se plantean en cualquier obra convencional, donde hay intereses, al final diversos, entre todas las partes implicadas. “Aquí solo hay un aparejador montañero que no tiene prisa, solo ganas y paciencia”, explican.

Esa paciencia puede verse en la arquitectura, casi una roca más en el paisaje. El refugio, “un cofre de bajo mantenimiento y difícil intrusión” tiene un cerramiento de hormigón armado que no requiere cuidados. Es más, su aspecto se irá mimetizando con el entorno con el paso tiempo conforme la lluvia o el viento vayan dejando huella en sus muros. Un porche resguardado de la lluvia y del sol del mediodía en verano es la puerta y, a la vez, la ventana de la casa. A ese porche-ventana dan el salón, la cocina y un cuarto polivalente. Esta apertura se cierra por una persiana enrollable de acero galvanizado que queda oculta al abrirse. El resto de las aperturas son estrechas, huecos en el hormigón que cumplen la función de ventilar e iluminar.

El programa, en una superficie útil de 72 metros cuadrados incluye una cocina-salón, un dormitorio, dos cuartos de literas y dos baños. La cimentación comprende zanjas corridas compuestas por dos zanjas laterales y cuatro longitudinales-. Y una cubierta formada por una losa de hormigón. Los forjados son autoportantes, las soleras también de hormigón, las ventanas tipo ‘troneras’ son abatibles y, como ventanal-mirador en forma de U, están hechas con perfiles de tubo hueco de acero.

En el interior, el suelo es un pavimento continuo de resina excepto en las duchas, co suelo de gres porcelánico. Todas las paredes contiguas al muro exterior están paneladas con tablero aglomerado, igual que la tabiquería. Así, con pocos materiales, escasos metros, bajo presupuesto, pero muchas horas de dedicaión, esta arquitectura sin prisas habla a la vez de mínimos y máximos, de realidad y sueño, de un refugio que es, sin embargo, escaparate de prioridades. 



Comentarios

Es la casa más horrorosa que he visto en mi vida. Los bunkers de la segunda guerra mundial tenían mejor pinta que esto.
¡GLORIA AL BAJISIMO! ¡SATAN ES MI SEÑOR!
La verdad es que aunque la calidad arquitectónica de la casa es discutible, sí que tiene algún punto interesante como el porche-ventana, eso sí el tratamiento del espacio de la parcela y paisajismo es inexistente. Y se echa de menos.http://www.lovingswitzerland.com/
...creo que puede ser interesante la presencia de la ausencia como modo expresivo....
El espacio interior supera con creces al aspecto del exterior. El hormigón visto puede ser un material muy agradecido, pero no parece ser el caso. La mimetización con el entorno, no puede ser dejar el material abandonado a su suerte
Una casa viva debería ser capaz de crecer con naturalidad a lo largo del tiempo, lo que me parece incompatible con una forma tan cerrada, un único acceso,...No creo que baste con dejar por poner unas puertas interiores para decir que está "en permanente construcción". Y si de lo que se trata es de auténtica auto-construcción, debería asumirse con naturalidad la precaria estética correspondiente, sin intentar recrear el clásico cubilete de hormigón de inspiración centro-europea.
Siempre nos quedará Moscú...http://manuel-diasintensos.blogspot.com.es/2013/10/un-viaje-moscu-y-san-petersburgo.html
¿ Pero que es bonito, que se entiende por bonito, ademas porque tendria que ser bonito ?
Hay gente que se pregunta.... muy 'filosóficamente' (debe ser un harquitezto) .."¿qué es bonito?"Sin entrar en más discusones ante tan sesuda pregunta responderé con: no sé lo que es bonito, pero sé lo que es feo. FEO es este adefisio de hormigón visto. Feo no, feísimo. Feo con alevosía. Feo con nocturnidad. Feo, feo, feo y mil millones de trillones de veces feo.Igual ha quedado claro.
Ah, se me olvidaba:Satán es mi Señor! Nada me espanta!Satan es mi señor y Le Corbusier su profeta. Harán de tu vida un infierno.SEMS !!!
El presupuesto de una obra condiciona enormemente su resultado y puede obligar a prescindir del "tratamiento del espacio de la parcela y paisajismo" o de revestir el hormigón con materiales de aspecto más noble. A veces los clientes no tienen dinero suficiente para que una obra llegue a tener el aspecto deseado o siquiera a terminarse.
Con el paso de los años ese aspecto de bunker, ( Que es superpoético ) se transformará y gracias a la solidez de la construcción se podrá ver el paso del tiempo en su exterior. A ver, si es una casa en un lugar deshabitado, la tranquilidad de su propietario, justifica el planteamiento cerrado de la arquitectura, su seguridad, su inviolabilidad y los materiales están acordes con la funcionalidad que se pide. El paisajismo de caracter artificial, no creo que interese en absoluto al propietario, que de seguro tendrá predilección por lo silvestre ya que se trata de un montañero no de un triste y quejica jugador de sillomball como muchos de los que comentan destructivamente en este artículo. Posiblemente estos debieran cambiar de trabajo, pues los tiene insatisfechos, o tal vez de pareja, o tal vez debiesen de procurar alguien que sea capaz de estar con ellos, cosa complicada porque si todos sus comentarios son así de cerrados, cortos, amargados y oscuros, lo veo casi imposible.

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