Lo prometido es deuda
FOTO: GABRIEL TIZÓN
En primer lugar, perdón a todos. En la entrevista digital que me hicisteis hace unas semanas con motivo del libro que he escrito, Anécdotas de guardería, me comprometí a responder a las preguntas que se quedaron colgadas. Prometí hacerlo a la semana siguiente, pero no lo hice. Pondré la excusa del trabajo, que es muy socorrida, pero que en este caso es verdad. Lo hago ahora, aquí, a calzón quitado, como la otra vez. Reitero mis disculpas a los que han estado esperando las respuestas. No lo estais viendo, pero mientras escribo esto me flagelo, aunque sea mentalmente, que no están mis carnes para mucho maltrato. Reitero. Perdón. Aquí están:
P. Aurora: ¿Qué opinas de la opinión de la mayoría de los pediatras y
psicólogos que recomiendan no llevar a los niños a la guardería hasta
los dos años? Si la sociedad lo permitiera, ¿no estarían mejor en casa
hasta esa edad?
La verdad es que ni soy pediatra ni soy psicólogo, pero si ellos lo
dicen, que han estudiado, seguro que tienen razón. Ahora, yo les
pregunto: ¿Vivimos en Suecia? Porque en Suecia, seguramente, la baja por
maternidad dure más de un año, pero lo que es aquí en España, a las 16
semanas se acaba. Súmale lactancia y un mes de vacaciones y te pones,
en el mejor de los casos, en seis meses. A esa mamá que tiene que volver
al trabajo a los seis meses habrá que darle una solución, ¿no? Por
supuesto que soy partidario de que los niños no están en ninguna parte
como con su madre o su padre, pero hoy por hoy, tal como hemos montado
el tinglado, no parece muy posible salvo que dejes de trabajar o cojas
una excedencia y, desgraciadamente, nadie te asegura en ese caso que
vuelvas al trabajo que dejaste. Por otro lado, como ya he dicho, creo
que llevar a un peque a una guardería tiene también sus ventajas. Pero
ya te digo, los pediatras y psicólogos seguro que tienen opiniones más
fundadas que la mía.
Edu: ¿Conoces el Convenio que regula las condiciones laborales en
Escuelas Infantiles? Me sorprende que digas que "el resto de condiciones
son buenas".
Cuando digo que el resto de condiciones son buenas,
me refería fundamentalmente a las condiciones físicas. En todas las
guarderías que he visitado, y han sido unas cuantas, he visto entornos
bastante amables, con material suficiente, espacios más o menos cómodos y
suele haber hasta buen ambiente. Lo que quería poner de manifiesto era
que, teniendo en cuenta la responsabilidad que tienen, los sueldos,
salvo excepciones, no son una maravilla. Por ejemplo, un educador tiene
establecido por convenio un sueldo mínimo de unos 820 euros al mes.
Invito al que quiera a meterse 10 horas en una clase con 18 niños de dos
a tres años por 800 euros. En cuanto al resto, conozco a grandes rasgos
el convenio de Educación Infantil y creo que es similar al de otros
colectivos.
Raúl. ¿Qué te han trasmitido las Educadoras respecto a cómo se
sienten tratadas por los padres de los niños que cuidan? ¿Se sienten
valoradas por la sociedad, por la empresa para la que trabajan? ¿Por los
padres?
Lo que me han transmitido es que, salvo excepciones, no se sienten
demasiado valoradas en su trabajo. Cuando el contacto con un padre se
prolonga o se hace más intenso, sí notan que los padres se hacen una
idea un poco más acertada de su trabajo y muchos dicen que no se
pondrían en su lugar. Es mi caso. ¿Por la sociedad? Me da la impresión
de que no. Pero esa es una pregunta que, quizá, debiéramos hacernos
nosotros mismos. Yo, el primero, que nunca pensé en el trabajo que iba a
llevar a cabo una persona para educar y cuidar a mi hijo. Pensaba en mi
hijo. En cuanto a las empresas, seguro que hay de todo, aunque suelen
ser empresas muy pequeñas que funcionan casi como familias y, si no hay
malos rollos, reina el compañerismo. Lo que sí te digo es que ninguna de
las educadoras que he entrevistado se ha quejado de su jefe/a.
Fernando: ¿Son frecuentes los accidentes en las guarderías? Mis dos
hijas tuvieron accidentes (un golpe en la barbilla una, que le dejó una
cicatriz, y un dedo pillado en una puerta, la otra, que poco faltó para
que perdiera la punta). En su día no le dimos demasiada importancia
(tanto mi mujer como yo tenemos bastantes marcas de infancia, pero no
fuimos a guarderías y eramos más "de calle"). Pero ahora pienso que tal
vez no debieron ocurrir.
Después de hablar con muchas de ellas, no me ha quedado la idea de
que ocurran muy a menudo. Seguro que no ocurren accidentes todos los
días. Ahora bien, estamos hablando de niños muy pequeños, con una
movilidad insegura y una curiosidad sin límites. Raro es el día en que
alguno de mis dos hijos no se echa a llorar por algún golpe.
Multíplicalo por 18. Pero es más raro aún el día que ese golpe tiene
consecuencias que vayan más allá del "cura sana, culito de rana". En las
guarderías, lo mismo. Pese a que tienen todas las medidas de seguridad
que te puedas imaginar: cantos cubiertos, protectores para las puertas,
acolchados... Pero un niño es capaz de encontrar una arista puntiaguda
en una pelota de gomaespuma.
Eva P. S.: Hola Javier. Lo confieso, no me gustan las guarderías, sigo
pensando que las madres y padres trabajadores deberíamos tener más
flexibilidad para poder cuidarles los primeros años. Además mi
experiencia con mi hijo de tres años y medio a cargo de una cuidadora
hasta que le ha tocado ir al colegio ha sido inmejorable, y de verdad
que se ha adaptado absolutamente genial. Sin embargo, es complicado
poder pagar algo así o encontrar a alguien realmente de confianza. Si
tengo otro hijo y me veo obligada a llevarlo a la guarde, ¿cuál crees
que son los requisitos imprescindibles a tener en cuenta para escoger
una?
Hola, Eva. Lo confieso, a mi tampoco me entusiasmaba la idea de
llevar al peque a la guarde. ¿Que están mejor con los papás? Ya he dicho
que seguramente, al menos hasta cierta edad. Coincido plenamente
contigo en que unas cuantas medidas de conciliación como Dios manda nos
irían de rechupete a los padres trabajadores. Ahora bien, puesto en la
tesitura entre llevarte al niño al trabajo y dejarlo en una escuela
infantil, yo miraría: En primer lugar, que el personal te dé buena
espina. Lo sé, es algo vago, pero tampoco es fácil conocer a alguien de
un vistazo. Que lo veas cariñoso, atento, serio (en cuanto a cumplidor),
pero alegre (con los niños). Un vistacillo cuando están trabajando no
vendría mal, si es que es posible. Luego, que te expliquen bien el
proyecto educativo, que te convenza. Y, finalmente, las instalaciones,
que las veas limpias, cómodas, surtidas. Eso sí: la escasez de material
se puede suplir, y se suple, con toneladas de entusiasmo e imaginación.
La carencia de entrega y cariño no tiene tobogán que lo sustituya.
Teresa P.: ¡Hola Javier! Tengo una niña de 15 meses. Este año la he
cambiado de guardería y me he encontrado con diferencias de criterio
educativo significativas. El año pasado desde los 8 meses los enseñaban a
comer solos y en la actual les dan de comer y no tienen intención de
empezar a fomentar su autonomía en materia alimenticia. Me preocupa,
pero no sé hasta qué punto es realista esperar que un bebé de 15 meses
pueda comer solo. ¿Qué piensas? ¡Gracias!
Tiendo a pensar que intentamos -centros y padres- que los niños sean
autónomos demasiado pronto. Entiendo que eso facilita mucho el trabajo
en las guarderías, pero no podemos pretender que nuestros hijos se aten
los cordones de los zapatos mientras dictan una carta en inglés por
teléfono a los dos años. Es gozoso que venga tu hijo a decirte que ya se
sabe poner los calcetines, porque ves que le enorgullece, pero a mi me
da que es una cosa menos que necesita de mi y eso me pone triste. Soy un
sentimental. Por favor, no cercenemos tan pronto su infancia. Dicho
esto, en cuanto a tu caso, me parece que comer solo con ocho meses es
demasiado. Y si esperamos que lo hagan con 15, preparemos bayetas y
paciencia, porque habrá macarrones en cientos de metros a la redonda. No
creo que haya que forzar los ritmos.
Mario: Entiendo que cada centro infantil tiene sus características
particulares y que lo que hace a unos mejores que otros depende más de
su personal, su implicación en la educación y de su proyecto que de su
propiedad pública o privada. ¿Por qué te defines tan claramente por la
privada?
Creo que no me expresé bien en esa pregunta. Soy partidario de lo
público al 100% y, si de educación hablamos, incluso más. Me decanto por
la educación infantil pública, faltaría más. Y con ello reclamo una red
de educación infantil pública como Dios manda. El problema es que no
existe esa red. No tengo los datos, pero estoy seguro de que la demanda
de plazas en escuelas infantiles públicas multiplica varias veces la
oferta. Quizá ahora, con la crisis, haya menos demanda, pero cuando yo
opté a una plaza pública para mi primer hijo me pusieron en lista de
espera con el número 123 para 42 plazas. Y te aseguro que no gano un
sueldazo. El caso es que, con el segundo, sí me la concedieron, pero,
tras la subida de tasas de la Comunidad de Madrid, donde resido, en
2012, costaba prácticamente lo mismo que una privada. Si a eso le sumamos que me
concedieron el cheque-guardería de la CAM, me salía más barata la
privada. De locos, lo sé. Por eso, con gran dolor de mi corazón, opté
por la privada, que, además, me ofrecía un horario más completo. Ojalá
todo cambie y me coma todas estas palabras una tras otra.
Julio: En primer lugar enhorabuena por el libro. Ya era hora de que
ayudes a desmitificar lo que es una Escuela Infantil. ¿No cres que,
aparte de las anécdotas, que son muy esclarecedoras, sería importante
sacar algunas conclusiones de las diferencias de los niños que van a una
Escuela Infantil y los que no?
Gracias por los parabienes. No me atrevo yo a sentar cátedra sobre esas
diferencias. Tendrán que ser profesionales de verdad, después de
estudiar grupos significativos de una y otra opción, los que lo hagan. Yo
sólo digo lo que me han comentado los profesionales que trabajan en
esto, que algo sabrán, y lo que yo he observado. Me da la impresión de
que los que han ido aprenden ciertas cosas un poco antes y se manejan
socialmente un poco mejor. Pero todo depende de la persona, el niño, y
esas diferencias, si no hay ningún problema, pronto estarán igualadas y
en ambos casos el desarrollo será satisfactorio.
Jose: ¿Crees que se deberían regular los precios en los libros,
material y escolar escolar que algunos colegios ofertan porque son un
poco "abusivos"?
Sinceramente, Jose, no puedo contestar a esa
pregunta. No al menos en calidad de nada, salvo como padre. En ese caso,
firmo toda rebaja de precios en libros y material escolar.
Amalia G.: ¿En qué medida son las educadoras conscientes de que por lo menos hasta los tres años lo más importante es la atención a las necesidades emocionales de los niños? ¿Tienen en general una formación minima actualizada en psicología del desarrollo? Si la tienen, ¿tienen unas condiciones reales de trabajo donde pueden coger en el colo (regazo) a un niño que llora? Vivo en un país donde no se lleva a los niños a la guardería antes de los 14 meses en general, y muchos esperan a los dos años o tres años. Aquí pocos cuestionan que no es bueno para los niños ir a una guardería antes del año. A veces me llama la atención con qué automatismo se lleva a un niño de medio año en España a la guardería, incluso más de 6 horas al día...
Las educadoras de las escuelas infantiles en España tienen que tener la titulación de magisterio o de Formación Profesional en Educación Infantil. Entiendo que los temarios de esas titulaciones incluyen todo lo necesario para desarrollar su labor, que se complementa en muchos casos con cursos, seminarios, etc. Creo, por tanto, que están al tanto de ese tipo de esos temas. Y no hay ninguna norma que prohíba a una educadora cioger a un niño en el colo. Soy testigo a diario de que lo hacen a menudo. En cuanto a lo de la edad para llevar al niño a la escuela, ya he contestado más arriba. Tal y como tenemos organizada la vida en la actualidad, al menos en España, se hace muy difícil tener al niño en casa hasta tan tarde. Ojalá pudiésemos.
laf: Mi hijo se queda montando auténticos dramas cada vez que lo dejo en la guardería. Y eso que lo llevo desde los 4 meses (ahora tiene dos años). Le pasa cada vez que está una semana sin ir y le dura al menos dos meses. ¿Existe alguna formula para evitar esto?
Si existe, desde luego no la conozco. Es cierto que pierden los peques con facilidad la costumbre de la guardería y lloran al volver, pero me parece demasiado lo que me cuentas. En algunos casos, las educadoras me han dicho que los peques recurren al chantaje emocional a la entrada del centro. Intenta que te envíen una foto o un vídeo de los minutos posteriores a dejarlo. No sé si solucionará algo, pero si está feliz, al menos tú te quedarás más tranquilo.
lidsua: Buenos días Javier, y felicidades por el tema tan original y al
mismo cotidiano que has elegido. Yo también admiro a la cuidadora de mi
niño de dos años, es un niño que no para ni un momento, muy alegre y
expresivo, pero no me explico cómo pueden manejar 20 más o menos como
él. Porque el mío es testarudo y si dice que no a algo, le da igual
hasta que le quites los dibujos ¿Como hacen que obedezcan? Un saludo de
parte de una mami.
Pues yo estoy convencido de que eso de hacer las cosas
todos más o menos a la vez ayuda a manejarlos. Permítaseme la expresión
con todas las comillas que queráis: Es un poco un manejo a lo militar,
todos a una. El factor imitación también ayuda lo suyo. Tienen que tirar
de ellos también, no es el paraíso, y siempre hay alguno más remolón,
pero he sido testigo de cómo, poco a poco, van incorporándose todos a la
actividad que sea. Y si alguno tiene alguna dificultad, la educadora lo
atiende y ayuda a superarla.
Álvaro.: Hola Javier. En su opinión, ¿le parece que un profesor para 20
niños es suficiente? Incluso dos. ¿Cree que con ese ratio de profesor
por niño se puede atender a los pequeños como necesitan y merecen?
Gracias, saludos.
Creo que dos está bien. Hombre, si tuvieran uno para cada
uno, siempre estarían mejor atendidos, pero me parece demasiado.
Probablemente, sería demasiada atención y no ayudaría ni a su autonomía
ni a un buen desarrollo emocional. Siempre nos parece que todo para
nuestro hijo es poco, pero creo que dos personas pueden perfectamente
atenderlos en lo que necesitan. Y si hay alguna urgencia, siempre pueden
contar con la ayuda de las compañeras.
Hola ¿y qué se hace cuando muerden a los 2 años y medio? ¿Cómo se les convence de que eso no está nada bien?
Lo siento, no creo estar en condiciones de contestar a esa pregunta. Supongo que un profesional cualificado puede ayudarte mucho mejor que yo.
Danito: ¿Nos tenemos que preocupar más si en la guardería hay hombres como profesores? Lo digo por los muchos casos de abusos de menores.
Creo que preocuparse por el hecho de que haya hombres en una guardería es un ejemplo de discriminación que no tiene ningún sentido.
Saul: La gente que trabaja en las guarderías, ¿crees que está lo suficientemente preparada? Mi experiencia en la realización de un modulo de educación infantil no me pareció suficiente. Un saludo.
Por los profesionales con los que he conversado, creo que
están muy bien preparados. Unos más que otros, como en todo, unos más
pendientes de actualizar sus conocimientos y aptitudes y otros menos, pero en general perfectamente formados.
Miriam: ¿Qué opinas de las condiciones de trabajo en general de las educadoras en las guarderías? Su sueldo no llega a 1.000 euros a pesar de su responsabilidad y la gran mayoría son muy jóvenes. ¿Por qué no hay apenas educadoras mayores de 40 años?
He contestado a una pregunta muy similar más arriba. En cuanto a por qué no hay tantas educadoras mayores de 40 supongo que tiene que ver con el hecho de que la legislación sobre escuelas infantiles es reciente y con el de que, cumplida cierta experiencia, se tiende a poner negocio propio. Pero vamos, que esto es cosecha propia. No tengo ni idea, en realidad.
Gabriela: Mi hijo empezó el cole este año y yo lo veo muy pequeño y menudo en comparación con sus compañeros, además los veo un poco más "salvajes" que él, incluso el otro día llegó a casa con un rasguño muy cerca del ojo. ¿Debo enseñar a mi hijo a que se defienda?
No seré yo el que te diga lo que tienes que hacer con tu hijo si llega a casa magullado. Pero escribí una vez sobre eso. Aquí.
Rita: El año pasado mi hijo lloró todos los días al dejarle en la guarde menos 4 ó 5 a final de curso. Este año ha cambiado de guardería y va por el mismo camino. Tiene 2 años y medio y es hablador y sociable. ¡Tengo miedo que le coja fobia a los centros de enseñanza! Dígame que se le pasará, porfa...
Se le pasará, como se le pasó al final del curso pasado.
Danito: ¿Por qué has escrito este libro? ¿Con qué intención? ¿Qué nos aporta a los padres? Un saludo.
Lo he escrito porque me apetecía. Me lo propusieron, me pareció un reto y quise superarlo. Además, el mundo de los niños me interesa, sobre todo después de tener a los míos. Y porque tenía curiosidad de saber qué cosas ocurrían en las guardes, un territorio un poco vedado. La intención es simplemente que echemos un vistazo al interior de las escuelas infantiles, para que nos hagamos una idea, siquiera somera, de lo que hacen nuestros peques en su primer cole. Y, metido en la faena, me pareció importante describir también el trabajo de los educadores y la responsabilidad que asumen al hacerse cargo de nuestros hijos. ¿Aportar? Pues eso, que nos hagamos una idea de lo que nos vamos a encontrar al llevar a nuestros hijos a una escuela infantil. Ni más ni menos.
Julio: ¿Crees que una guardería bilingüe es algo útil? Más que útil, ¿efectivo?
Seguro que un centro en el que un niño aprenda a manejarse en dos idiomas es útil. Estoy convencido. Ahora bien, que sea realmente bilingüe.
Julio: Cómo se gestiona "burocráticamente" una guardería? Me gustaría conocer resumidamente los costes que supone gestionar uno de estos centros educativos.
Sinceramente, Julio. No era la intención del libro ni me he preocupado demasiado de la gestión "burocrática" de estos centros. Algunos directores me han dado pinceladas: permisos, autorizaciones de las comunidades, reparto de espacios en el local, necesidad de ventanas, de separación de los baños, inspecciones de la comida, titulaciones de los empleados, etc. Pero no podría describir el proceso. Un director/a de centro te ayudará mucho más que yo.
Lilian: Buenas Javier, mi hija ha empezado la guarde esta semana con año y medio, y el primer día nada más llegar y sin motivo aparente comenzó a pegar a todos los niños de su clase. Nos quedamos alucinados porque nunca se había comportado así con otros niños. ¿Puede ser por inseguridad?
Puede ser por la falta de costumbre de interactuar con otros niños. Entiendo por tu pregunta que ha estado durante ese año y medio en casa. Yo no me preocuparía demasiado. Seguro que en poco tiempo hace amiguitos. En todo caso, no soy psicólogo, lo siento.
Intza: Vivo en Francia y tengo la suerte de tener la guardería pública en mi lugar de trabajo (hospital público). Es algo estupendo... Me pregunto por qué no hacen esto como iniciativa en España, la abstinencia laboral y el estrés parental disminuiría significativamente.
Eso mismo me pregunto yo. Pero ahora mismo, dada la situación de tesorería de las administraciones públicas, dudo mucho de que suceda a corto plazo.
Starlight: Cerca de mi localidad se han producido en los últimos tiempos varios casos de bebés que han muerto por atragantamiento. ¿Deben las monitoras de guardería y profesores tener preparación para practicar la maniobra de Heimlich en un caso de urgencia? Es algo que me preocupa enormemente. Saludos y gracias.
Sí, deben tenerla. De hecho, la tienen. Durante sus estudios tienen su formación en primeros auxilios. De hecho, hace muy poco sucedió un caso en Madrid. Lo digo porque, pese a la formación, luego hay que ponerse en el lugar de la persona, coger a un niño que se está ahogando y actuar con frialdad. Conozco una directora que hizo la maniobra a un niño en su escuela y en otra ocasión no fue capaz de hacérsela a su propia hija. He sido socorrista y te digo que la teoría es muy distinta de un caso real.
Ted: Hola, buenos días. ¿Dónde y cómo te has documentado para realizar el libro?
El libro está realizado casi íntegramente a base de entrevistas con educadoras. Unas en persona y otras telefónicas. Para cualquier dato relativo a legislación y demás, hay excelentes webs en las que informarse.
Teo: Javier, en Alemania desde el pasado mes de julio cualquier padre tiene derecho a que le concedan una plaza en una guardería pública. ¿Qué pasa en este país? ¿Ningún gobierno se da cuenta de lo trascendental que es para las familias la escuela infantil?
Parece que no, Teo. El Gobierno de Zapatero, en la época de las grandes conquistas sociales, no le prestó demasiada atención y el actual, en fin... Se junta el hambre con las ganas de comer. Ojalá tuviésemos una red como dios manda de escuelas infantiles públicas, pero me parece que, tal y como están las cosas... Ya sabes que han dado por muerto oficialmente el estado del bienestar. En Holanda, creo, y eso que sus finanzas están bastante mejor que las nuestras.
Susana (de Cádiz): ¡¡Enhorabuena por el libro!! ¡¡Me encantó!! Plasmas muy bien lo que ocurre de puertas para dentro en una Escuela Infantil, lo complicado y lo satisfactorio de nuestro trabajo. Un millón de gracias por dar a conocerlo. Mi pregunta: Con respecto al concepto que tenías de las Escuelas Infantiles antes del libro, ¿que ha cambiado en el? Un saludo, en especial para ti, Javier, y todas aquellas personas que han hecho posible tu libro.
Gracias, Susana. Creo que me acuerdo de ti ;). Ha cambiado radicalmente el concepto que tenía de las escuelas infantiles. Como he contado en una ocasión, mi idea primera era la de guardería, el sitio donde mi hijo se iba a quedar y donde le iban a cuidar mientras su madre y yo trabajábamos. Cuando por fin llegó su primer día en el centro, pensé que era "su primer día de cole". El primero de muchos años entrando y saliendo de un aula. Espero haber contestado con esto. Y te mando un beso enorme.
Elena: ¿Cuál es la diferencia de edad ideal entre hermanos, a ojos de padres y especialistas? ¿Y entre niños?
En fin Elena, creo que esa pregunta no es para mi.
Elena: ¿Cuáles son los "castigos" más frecuentes en las guarderías? ¿Cómo consiguen, eso nos cuentan a los padres, que tantos niños duerman a la vez la siesta?
El único del que tengo constancia es el del rincón/silla de pensar. En lo que se refiere a las siestas, simplemente los acuestan y los dejan en silencio. Al principio siempre tienen que decirle a alguno que guarde silencio, pero en pocos días, todos duermen como angelitos. Lo he visto. Ayuda el hecho de que los niños suelen madrugar y la mañana es larga y cargada de actividades.
Nubes: Hola Javier, ¿"hay otros mundos pero están en este"?
Seguro que sí.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.