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Coordinado por Lola Huete Machado
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Abderrahman El Fathi: el poeta "tuneao"

Ángeles Jurado

Si amar fuera tan fácil.

Te amaría a verso suelto

a cadencias azuladas

y latidos ocultos

Danzadelaire. Abderrahman El Fathi

"Soy un poeta tuneao -se autodefine Abderrahman El Fathi entre verso y verso- Gitano, payo, marroquí, africano". Y lo demuestra cuando arranca a recitar poemas que hermanan Tombuctú, Tarifa y Ramala.

"Entre los siglos XVI y XIX, las cancillerías marroquíes utilizaron el español para su correspondencia oficial -continúa, como si hiciera falta explicarse- Los franceses pensaban que el español era un idioma oficial en Marruecos. Es la lengua costera del país, de la pesca. Hay cuatro millones de hispanohablantes marroquíes y siete Institutos Cervantes en nuestro territorio. En la obra de Cervantes, por cierto, también hay referencias marroquíes constantes. Como las mazmorras de Tetuán, cerca de las que nací y donde estuvo preso su hermano. En los Episodios Nacionales de Galdós también".

Abderrahman El Fathi (Tetuán, Marruecos, 1964) empezó a los diez años la que sería la relación amorosa de su vida: su pasión correspondida con el español. Confiesa que entonces se enamoró de una española y de un idioma con el que empezó a escribir versos cuando sus compañeros pegaban patadas a un balón o se peleaban en la calle. El idioma le devolvió la querencia convirtiéndose en su forma de expresión creativa, su trabajo en la universidad y su mundo. "Escribo poesía y me adueñado de y considero mía la lengua española para escribir poesía", remata.

Abderraham El Fathi fue el protagonista del último Letras Africanas, un programa de conferencias de Casa África que acerca a autores del continente y lectores en España. Se celebraba en el marco del Salón Internacional del Libro Africano.

Allí El Fathi habló de la ciudad donde nació y vive, con sus míticas siete puertas y la inspiración de sus calles mestizas; de su trabajo como hispanista y su amor por el español y de su compromiso con la inmigración, que ocupa muchos de sus versos.

"Me han llamado también el Poeta del Estrecho o el Poeta de la Inmigración", especifica. Algo que no puede sorprender a quien conozca su obra, puesto que las tragedias de la inmigración y la indignación por el papel de gendarme que cumple su país frente a la fronteras europeas aparecen constantemente en sus versos. Obtuvo el premio Rafael Alberti por un poemario incluido en el libro África en versos mojados (2002), que fue musicado por el cantautor ceutí Ramón Tarrío y que El Fathi considera su obra más representativa y personal.

Para quienes quieran adentrarse en sus versos, existe una selección de su obra literaria en la Biblioteca Africana, un portal integrado en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y responsabilidad de Josefina Bueno.

Sobre la firma

Ángeles Jurado
Escritora y periodista, parte del equipo de comunicación de Casa África. Coordinadora de 'Doce relatos urbanos', traduce autores africanos (cuentos de Nii Ayikwei Parkes y Edwige Dro y la novela Camarada Papá, de Armand Gauz, con Pedro Suárez) y prologa novelas de autoras africanas (Amanecía, de Fatou Keita, y Nubes de lluvia, de Bessie Head).

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