El palo y la zanahoria
Pensar que los técnicos del FMI y de la UE, a los que por cierto pagamos entre todos y no se bajan nunca el sueldo, están lejos de la realidad y del sufrimiento ciudadano es ya casi un axioma, pero lo que no debemos pensar es que son gente poco preparada y que sus “recomendaciones” son simplemente estúpidas. Eso me parece que sería un error grave.
Más bien deberíamos intuir segundas intenciones dirigidas a moldear la opinión de instituciones y de la población civil. Para evitar el “mal mayor” del recorte del 10% salarial (que, por cierto ¿cómo se hace?), el Gobierno tendrá coartada para realizar mas recortes, y los trabajadores aceptarán más fácilmente revisiones salariales incluso negativas.
¡No se lo crean! es la antigua táctica del palo y la zanahoria, aunque ahora le quitan la zanahoria.— Miguel Ángel Martín Bernardo. Coslada, Madrid.
La serpiente de verano que antaño tanto nos sorprendía parece haber cambiado últimamente.
Porque, recientemente, uno de esos sesudos gurús que nos mangonea la economía, tuvo la brillante idea de proponer para solucionar la sangrante cifra del paro, bajar los salarios —nada más y nada menos— que ¡un 10%!
Los empresarios, que en un principio dijeron no estar de acuerdo con semejante propuesta, se descolgaron enseguida con otra, que sería convertir los contratos definitivos en temporales.
Escépticos adujeron sarcásticamente que, ya puestos a rebajar y según su método, aún se solucionaría antes el problema pagando al currante ese ínfimo porcentaje como salario.
Y es que, existen ideas de mentes presuntamente preclaras que, en lo único que parecen estar verdaderamente especializados, es en rematar al moribundo.— Mar Ramos. Zaragoza.
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