Pellizquitos, el “todo a cien” de José Carlos García
Se llama Pellizquitos y ocupa el centro del Muelleuno www.muelleuno.com (Málaga), espacio de ocio al aire libre frente a las embarcaciones de recreo.
Justo donde no hace muchos años se encontraba el muelle industrial de carga.
Un bar efímero que funciona pocas horas al día, desde las 20,00h hasta la 1,00 de madrugada. Abrió sus puertas en julio y desaparecerá a finales de agosto. Es decir, un “pop-up” de libro.
Todos los miércoles a la caída de la tarde, en su entorno se escucha música ambiental que selecciona un pincha discos. Los jueves la ambientación la pone Roberto Cantero, saxo del grupo musical Chambao www.chambao.es/
Cuando llegan los fines de semana la concurrencia aumenta. No es para menos.
Las tapas son correctas y cuestan un euro. Especialidades escritas en tablillas de madera: vasitos de ajo blanco, de gazpacho, croquetas de puchero, cartuchitos con quicos, tortilla de patatas, makis de salmón... “Volver a comer con los dedos, la felicidad era esto”, es el eslogan de la casa. Es decir, unfinger fooden toda regla, aunque también se ofrezcan cucharitas de plástico...
Hasta las cañas, cuestan lo mismo. Es lógico que la clientela haga acopio de tapas y se siente en las colchonetas que se superponen sobre palés de madera.
¿De quien ha partido la idea? Del cocinero malagueño José Carlos García (@jcgrestaurante), propietario del restaurante del mismo nombre (una estrella) que, a pocos metros, dirige su restaurante www.restaurntejosecarlos.com
Desde el interior de su local, contiguo al oratorio en piedra del siglo XVIII, García observa la marcha de su bar al aire libre que atiende una brigada mínima.
“No nos quedaba más remedio que buscar una fórmula que nos ayudara a generar ingresos. Algo que fuera sencillo y barato. Y de momento está funcionando. Ya hemos pagado el alquiler del espacio. Los honorarios del saxo se los abonamos en tapas, para que acuda con sus amigos”, me respondió García sonriendo cuando le pregunté por esta suerte de “oulet”.
“Tengo solicitada autorización para montar una furgonetilla, tipo buggy silencioso, que recorra el Muelleuno ofreciendo las mismas tapas a 1 euro. Me gustaría que Pellizquitos se convirtiera en el personaje ambulante del muelle. Como es un recinto privado igual nos lo permiten”, me dijo ilusionado.
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