Emociones de medianoche

Cada vez hay más emociones en el mundo del fútbol. Durante la temporada, porque el tinglado está organizado de manera que todos los clubs se estén jugando algo decisivo cada jornada; en la pretemporada, porque los líos administrativos permiten hasta el último minuto modificar lo que la clasificación ha establecido: tener o no acceso a competiciones europeas, mantener la categoría o perderla.

Estos días, a 15 del inicio de la Liga, todavía no está cerrada la lista definitiva de los 22 equipos que jugarán en Segunda A. Ya perdió la categoría el Guadalajara, lo que supuso que la recuperase el Murcia, recien descendido. Un histórico como el Depor, descendido en los campos de juego, se ha librado in extremis, merced a un complejo acuerdo con los jugadores, de bajar otro escalón, hasta Segunda B, por impagos a la plantilla. Doble descenso del que no se ha librado el Xerez, que descendió a segunda B en el campeonato y ahora a Tercera en los despachos por no haber sido capazde pagar las deudas con sus jugadores.

El Alcorcón, que en 2010, militando en segunda B, eliminó de la Copa al mismísimo Real Madrid, y que por segundo año consecutivo tras su ascenso ha participado en el playoff para subir a Primera, está a la espera de que se conozca una auditoría sobre presuntas irregularidades en el proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) para saber si lo descienden o se salva; lo que solo será seguro en vísperas del inicio de la Liga. Si baja le sustituirá el Racing.

La operación de salvamento más emocionante ha sido la del Mirandés, el club burgalés que estando en segunda B y con un presupuesto de 1,2 millones, 500 veces menor que el del Madrid, fue semifinalista de la Copa en 2012 tras eliminar a Villarreal, Racing y Espanyol, y que tras subir a Segunda A ha mantenido dignamente la categoría.

Pero la evaporación de los millones prometidos por un empresario hizo que se encontrase con que faltaban 400.000 euros para completar el proceso de transformación en SAD. La movilización de los mirandeses, incluyendo los jugadores, que aportaron sus ahorros, consiguió reunir esa cantidad y presentarla ante notario cuando faltaban 6 minutos para que venciera el plazo, el martes a medianoche.