El objetivo Annie Leibovitz se fija en ‘Homeland’
La prestigiosa fotógrafa realiza un reportaje sobre la famosa serie de televisión para el número de agosto de la revista 'Vogue'
En el gesto serio y confiado con el que Claire Danes se asoma a la portada del próximo número de agosto de la edición de EE UU de la revista Vogue no queda ningún atisbo de la joven de 19 años y mirada tímida que protagonizaba la cubierta de la misma publicación en 1998. Entonces se presentaba a Danes como la actriz del futuro y la Meryl Streep de su generación, sin embargo, han debido pasar 13 años para que esas expectativas hayan sido reconocidas por crítica y público gracias a su papel de Carrie Mathison, la agente bipolar de la CIA de Homeland.
De esa errática travesía, de su maternidad y de su nuevo estatus de estrella de la pequeña pantalla habla Danes en una entrevista cuyas fotos ha realizado la fotógrafa de cabecera de Vogue, Annie Leibovitz. La artista se ha inspirado completamente en Homeland para hacer el reportaje gráfico y ha capturado a la actriz y a su compañero de reparto, Damian Lewis, en escenarios de la serie y en actitudes propias de la tortuosa relación que une a los personajes que encarnan en ella.
El mimetismo entre la actriz de 34 años y su papel, que Leibovitz consigue en las fotos, se traslada también al texto de la entrevista en donde Danes se refiere a la agente Carrie como si fuera una persona de carne y hueso. La actriz reconoce que tenía mucha curiosidad por saber qué Carrie iba a encontrarse en la tercera temporada, que se emitirá en EE UU a partir de septiembre. “¿Cómo va a volver? Ella no es para nada tímida, se hará notar. Puede parecer pretencioso que hable de ella como si fuera alguien real, pero es que es así como lo siento”, señala.
Su papel en Homeland no solo ha servido para reafirmar el potencial como intérprete que todos reconocían en ella cuando con 14 años protagonizó la serie de culto, Es mi vida, por la que ganó su primer Globo de Oro como actriz de serie dramática, sino que ha catapultado a Danes a las entrañas del poder de Washington. Barack Obama, un adicto de la serie, se acercó a saludarla en la última cena de corresponsales de la Casa Blanca y durante la Gala de los Globos de Oro fue invitada a la habitación del expresidente Bill Clinton. “Es magnético, tiene un cerebro impresionante”, reconoce Danes en la entrevista.
Desde el estreno de Homeland en 2011, la presencia de la actriz es reclamada en toda alfombra roja que se precie y sus elecciones a la hora de vestirse para estos eventos la han convertido en la niña mimada de los críticos de moda. En la sesión fotográfica de Vogue, Danes viste diseños sobrios de Victoria Beckham, Calvin Klain o Donna Karan, que reflejan la sencillez de la que la propia intérprete está empeñada en rodearse en su vida privada y que evidencia la madurez y seguridad en sí misma que ha adquirido tras unos años de dudas y titubeos a la hora de encarrilar su carrera y que ha afianzado gracias a los consejos de Meryl Streep, Susan Sarandon y Jodie Foster, confiesa en la revista.
“Mantuve muchas conversaciones con ellas y me dijeron que tenía que lidiar mis batallas en el set, que debía llegar al plató serena, que debía ir a la Universidad y que debía pedir dinero por mis papeles porque muchas veces no me lo iban a ofrecer solo por ser una mujer”, asegura en la entrevista. Danes abandonó la actuación para estudiar en Yale -”necesitaba encontrarme a mí misma”, reconoce-, aunque no acabó la carrera porque la llamada de la interpretación fue más poderosa. No se equivocó. Vogue reconoce el nuevo estatus que Danes ha alcanzado gracias a su talento como una realidad, sin premoniciones como hace más de una década en la única portada que, hasta el número de agosto, había protagonizado la actriz.
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