La injusticia se combate desde las aulas
Esta entrada ha sido escrita por el equipo de docentes de Conectando Mundos.
Hace un poco más de 10 años un equipo de docentes y técnicas de una ONG se plantearon una pregunta retadora: ¿se puede hacer una propuesta educativa que ayude a transformar el mundo en un lugar más justo, generando solidaridad y conciencia crítica en los futuros ciudadanos y ciudadanas del planeta? Corrían los primeros años del siglo XXI. Las nuevas tecnologías comenzaban a ser un revulsivo para la innovación educativa y la comunicación social. El nuevo milenio convocaba esperanzas y sueños de justicia y sostenibilidad. La respuesta de aquel grupo fue unánime: sí, se puede. Lo que se fue consolidando en los años siguientes, a fuerza de reflexión, pruebas piloto y una apuesta clarividente por la Educación para la Ciudadanía Global, es Conectando mundos, uno de los proyectos estandarte de la Red de educadoras y educadores para una ciudadanía global.
A lo largo de las 10 ediciones que lleva realizándose esta propuesta didáctica han participado más de 127.000 estudiantes de 1.700 centros educativos en 41 países. El trabajo se realiza de forma colaborativa entre varias escuelas que desarrollan actividades comunes, interactuando entre sí durante las 5 a 9 semanas que dura la actividad. La plataforma de trabajo y las propuestas educativas están traducidas a 7 lenguas y la riqueza que supone trabajar con estudiantes de otras localidades es uno de los elementos mejor valorados en todas las ediciones. Para asegurar que las propuestas se adaptan a las distintas edades (participan estudiantes de 6 a 18 años en 5 niveles diferentes) y que tengan un encaje curricular adecuado, una comisión de profesores y profesoras participa en todo el proceso de elaboración de los contenidos y actividades.
El objetivo político de Conectando Mundos es acercar a los estudiantes a la realidad de injusticia que impera en el mundo, investigando sobre las causas y consecuencias de la desigualdad local y global, y planteándose formas de luchar contra esa injusticia. Todas las ediciones acaban con un llamamiento a la acción a tres niveles: el personal, asumiendo un compromiso individual o colectivo de cambiar hábitos y actitudes que estén vinculados a las causas y/o consecuencias de los problemas analizados; el social, comprometiéndose a difundir sus aprendizajes e ideas con el resto de la sociedad; y el político, planteando sus demandas a las autoridades políticas o privadas que tengan responsabilidad pública sobre esas temáticas trabajadas.
El índice de repetición (30% de los colegios han repetido y el 10% ha repetido más de 4 veces…) y la cantidad de testimonios de agradecimiento de profesores y estudiantes indica que la propuesta logra comprometer a los estudiantes con la transformación social, empezando por ellos mismos como piezas clave del puzle global. Cientos de “productos” comunicativos elaborados por los mismos estudiantes (vídeos, presentaciones, manifiestos, cuentos, recetarios responsables, anuncios de contrapublicidad, juegos de mesa, canciones, etc.) han circulado por distintas vías. Diputados, ministros, alcaldes, defensores del pueblo y otras autoridades han escuchado las demandas y propuestas que les hacen llegar los estudiantes, sintiendo la presión de un actor social emergente: los futuros ciudadanos y ciudadanas globales.
El sueño de educar en clave de justicia, conciencia crítica y solidaridad va dando frutos silenciosos, va fermentando la masa crítica del mañana, va sumando fuerzas para transformar la realidad. Para demostrarlo, les dejamos con algunas frases de los estudiantes:
“Trabajo en equipo. Que no estamos solos y que en el mundo hay mucho por hacer. Es un proyecto muy chulo que nos motiva y nos enseña cosas que normalmente en las escuelas no te cuentan”
“Hemos intentado buscar soluciones reales para cambiar las cosas a partir de nuestro entorno.”
“Ha removido nuestras conciencias y hemos empezado a crear proyectos, aunque solo sea en nuestra mente. Pero seguro que nos llevan a cosas interesantes y buenas”.
“La gran majoria de la classe som molt més conscients de la realitat social que ens envolta.”
“Nosotros podemos hacer cosas y decirles a otros que también las hagan.”
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