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LOS CAPRICHOS DE UNA MILLONARIA RUSA

La isla de los Onassis como regalo de cumple

Todo es poco para la joven Ekaterina Rybolovleva, princesa de la ‘jet set’ internacional Su padre es uno de los hombres más ricos de Rusia y le gusta que se note Le compra yates, casas y, ahora, el paraíso de Skorpios

Mábel Galaz
Dmitry Rybolovlev y su hija Ekaterina, en Mónaco.
Dmitry Rybolovlev y su hija Ekaterina, en Mónaco. Splash News

Ekaterina hace tiempo que su padre no le hace regalos al uso por su cumpleaños. A los 22 años recibió un ático en Nueva York con las mejores vistas sobre Central Park que batió récords inmobiliarios para convertirse en el más caro de la ciudad, y ahora, a los 24, es dueña de una isla, Skorpios, paraíso de la familia de Aristóteles Onassis, convertido para Athina, su heredera, en un lugar de infaustos recuerdos. Todo es poco para la niña de Dmitri Rybolovlev, uno de los hombres más ricos de Rusia.

Ella no ha hablado públicamente de su último capricho, pero sí lo ha hecho un portavoz de su padre. “Una empresa que pertenece a un fideicomiso que actúa en interés de Ekaterina Rybolovleva ha comprado un grupo de empresas que eran propiedad de la señora Athina Onassis. Entre los activos están Skorpios y Esparta. Ekaterina está encantada. Ve un gran potencial de mejora de las islas mediante la tecnología respetuosa con el medio ambiente y considera la adquisición como una inversión financiera a largo plazo”.

Athina invitó a fondear el barco de los Rybolovlev en aguas de Skorpios y ellos se enamoraron de la mítica posesión de los Onassis

Ekaterina pertenece a ese grupo de jóvenes escandalosamente millonarias que han puesto en manos del mismo cirujano estético su cara. Son las princesas de la jet-set internacional, un selecto club en el que están las hermanas Tamara y Petra Ecclestone, las hermanas Paris y Nicky Hilton, Georgina Bloomberg, Carlota de Mónaco... y Athina Onassis. Todas nacieron en una cuna llena de dinero que exhiben sin pudor.

Dmitri Rybolovlev está feliz de darle estos caprichos a su niña, aunque el último le haya costado 117 millones que él se encargará de rentabilizar. Hay informaciones que desvelan que el magnate ruso quiere convertir Skorpios en un exclusivo refugio para ricos y poderosos del mundo.

Ekaterina y su padre se encapricharon con la isla el pasado verano, cuando Athina los invitó a fondear en las costas griegas mientras realizaban un crucero en el barco familiar que en su día batió, cómo no, todos los récords de lujo y precio.

La nueva propietaria no se instalará en Skorpios. Es probable que pase algunos días en verano. Ella, como las de su club, es una ciudadana del mundo que se mueve en avión privado.

Nació en Rusia, está matriculada en la Universidad de Nueva York y es residente en Mónaco, como lo antes lo fue en Suiza, aunque también pasa temporadas en la casa de su madre en Palm Beach— que se quedó tras su divorcio de Rybolovlev—. Esa mansión de la playa, La Maison de L’Amitié, también batió récords cuando el magnate ruso se la compró a Donald Trump en 2008 por 73 millones de euros, el precio más alto pagado hasta ese momento por una vivienda unifamiliar en Estados Unidos. Hace dos años el magnate ruso pulverizó otros récords al hacerse con La Belle Epoque, el ático de Mónaco en el que vive y por el que pagó una cifra no confirmada de 229 millones, para poco después gastarse 20 millones en una villa hawaiana en Kauai donde tiene como vecino a la estrella del cine Will Smith.

Rybolovlev (1966) proviene de una familia de médicos. Sus padres lo eran y quizá por eso en 1990 se graduó con honores en el Instituto Médico de Perm como cardiólogo. Durante sus años de estudiante se casó con Elena, una compañera de estudios.

Con la llegada de la perestroika a la Unión Soviética y los cambios económicos, Rybolovlev decidió lanzarse a la aventura y convertirse en un hombre de negocios. Fundó junto a su padre una compañía de inducción magnética —un tratamiento médico alternativo—. Así ganó su primer millón. Fue entonces cuando decidió estudiar un máster de mercados de Bolsa y valores. El título le convirtió en el primer hombre de negocios de la región de Perm al obtener un certificado del Ministerio ruso de Finanzas. En 1992 abrió su primera sociedad de inversión y comenzó su leyenda.

Athina y la fama

Nieta de Aristóteles Onassis e hija de Cristina, Athina no quiere ser famosa, ni remover un pasado, marcado por la tragedia. En Skorpios están enterrados los miembros de su familia. Casada desde 2005 con el jinete brasileño Doda Miranda, pasa la mayor parte del tiempo viajando por los circuitos internacionales de hípica. En ellos conoció a Ekaterina, con quien comparte afición por los caballos. Ambas pertenecen a una nueva generación de millonarias

Sus cuentas engordaron durante 15 años con Uralkali, una empresa que cotizaba en la Bolsa de Londres y era la mayor productora de potasa del mundo. En junio de 2010, Rybolovlev vendió una participación del 53% a un grupo de inversores rusos y emprendió otras aventuras empresariales que incluyeron desde la compra de 9,7% del Banco de Chipre hasta la adquisición del 66% del Mónaco FC, con el visto bueno del príncipe de Mónaco. “Es la persona adecuada para adquirir una participación mayoritaria en el club y para proporcionar la inversión necesaria para llevar al equipo de vuelta a la cima de la lengua francesa y del fútbol europeo”, sentenció Alberto.

Y es que hay un capítulo oscuro en la vida del magnate ruso. En mayo de 1996, Rybolovlev se vio involucrado en un asesinato. Tras una disputa empresarial durante una reunión de accionistas de Uralkali, alguien que le llevó la contraria apareció muerto. El magnate fue detenido bajo la acusación de haber ordenado un asesinato. Tenía 29 años y permaneció 11 meses en una celda de la prisión de Perm. El caso finalmente se derrumbó después de que los investigadores encontraran a los verdaderos culpables y el empresario fuera absuelto por los tribunales de justicia en tres niveles, incluida la Presidencia del Tribunal Supremo.

Desde entonces se esfuerza en mostrar la imagen de empresario riguroso y de filántropo comprometido y activo. En los últimos años ha colaborado en la restauración de varias catedrales ortodoxas y participa en levantar una iglesia rusa en Chipre. También ha impulsado importantes proyectos en Rusia, como la construcción de los palacios Oranienbaum en San Petersburgo, la Fundación Olímpica Rusa y la restauración del monasterio Zachatievsky. Por si fuera poco, ha donado un puñado de miles de euros para la reconstrucción de la catedral de la Natividad en la capital rusa.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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