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Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Nordacas

Esta entrada ha sido escrita por Elena Mora.

Hace algunos meses que vivo en Santiago de Chile. Llegué para quedarme por un tiempo. Solo la vida dirá cuánto. En algo más de nueve meses en este delgado país del fin del mundo, he sabido lo que significa tener treinta y pocos y comenzar una nueva vida. Por fin me siento frente al ordenador, después de leer la columna de Elvira Lindo, titulada “Fuera de España”. En ella sostiene Lindo: “El extranjero sigue siendo ese lugar donde a menudo uno se siente más solo que la una”.

Nordaca… ¿Qué implica ser una nordaca? Para muchos chilenos y chilenas significa ser hija de un sistema de bienestar colapsado. Un sistema donde el Estado (todavía con mayúscula), nos proveyó de sanidad y educación pública de calidad. Para ellos, la crisis es el efecto directo de ese derroche insostenible, de ese cuento de hadas. Nordaca también significa que la crisis tiene parte de su origen en que somos acomodaticios, que no trabajamos todo lo necesario, que no nos esforzamos lo suficiente, que no hemos sido lo emprendedores que debíamos. Irónico, ¿no? ¿Cuántas veces escuché esos argumentos hace pocos años en España respecto de los “sudacas”? Hoy lo escucho en un país donde el mercado lo es prácticamente todo. Donde el estado (ahora con minúscula), provee servicios de mala calidad al que acuden los pobres y los sectores vulnerables, los que no tienen opción. Para los demás, está el mercado: el de la salud, el de la educación, el de las pensiones. Serás bienvenido, siempre que lo puedas pagar.

Un país acogedor con los migrantes rubios y europeos, pero que mantiene uno de los índices de desigualdad y exclusión más altos del mundo. Y desde aquí, miro cómo nuestro país continúa cayendo y mutando hacia este modelo de mercado, salvajemente excluyente. Mientras, la incertidumbre, la nuestra y la mía, ya es parte del paisaje.

Tiene razón Elvira Lindo: una se siente más sola que la una.

Comentarios

La pena es que la lección fácil es la de que el estado de bienestar es una utopía, no es real, es imposible de realizar, por que propicia el derroche y el colapso de la economía. Y quienes seguimos aquí, sostenemos que no, que el estado de bienestar, ese que teníamos es posible, que los que arrasaron con él no fueron los usuarios ( ahora clientes) sino los que manejaron mal las cuentas, los que creyeron que el dinero no era de nadie y se lo embolsaron o lo repartieron mal y corruptamente, los que pensaron que esto había que "aprovecharlo" y ahora siguen impunes...mientras muchos compatriotas, muy preparados gracias a un sistema público de educación, se tienen que ir fuera, a sentirse más solos que la una.
VAYA TONTERÍA DE ARTÍCULO PARECE MARCELINO PAN Y VINO.
Castracion para todos los violadores
Solos y solas nos sentimos los que seguimos en España , vapuleados por un sistema que no cambia. Que salgamos no es sino la esperanza en que volvamos renovados. Y España no tiene sino asumir que con su sistema publico de calidad, lo que creo fue profesionales transnacionales porque no fue capaz de albergarles. ¡Estas haciendo Historia!
La pena es que la lección fácil es la de que el estado de bienestar es una utopía, no es real, es imposible de realizar, por que propicia el derroche y el colapso de la economía. Y quienes seguimos aquí, sostenemos que no, que el estado de bienestar, ese que teníamos es posible, que los que arrasaron con él no fueron los usuarios ( ahora clientes) sino los que manejaron mal las cuentas, los que creyeron que el dinero no era de nadie y se lo embolsaron o lo repartieron mal y corruptamente, los que pensaron que esto había que "aprovecharlo" y ahora siguen impunes...mientras muchos compatriotas, muy preparados gracias a un sistema público de educación, se tienen que ir fuera, a sentirse más solos que la una.
VAYA TONTERÍA DE ARTÍCULO PARECE MARCELINO PAN Y VINO.
Castracion para todos los violadores
Solos y solas nos sentimos los que seguimos en España , vapuleados por un sistema que no cambia. Que salgamos no es sino la esperanza en que volvamos renovados. Y España no tiene sino asumir que con su sistema publico de calidad, lo que creo fue profesionales transnacionales porque no fue capaz de albergarles. ¡Estas haciendo Historia!
La pena es que la lección fácil es la de que el estado de bienestar es una utopía, no es real, es imposible de realizar, por que propicia el derroche y el colapso de la economía. Y quienes seguimos aquí, sostenemos que no, que el estado de bienestar, ese que teníamos es posible, que los que arrasaron con él no fueron los usuarios ( ahora clientes) sino los que manejaron mal las cuentas, los que creyeron que el dinero no era de nadie y se lo embolsaron o lo repartieron mal y corruptamente, los que pensaron que esto había que "aprovecharlo" y ahora siguen impunes...mientras muchos compatriotas, muy preparados gracias a un sistema público de educación, se tienen que ir fuera, a sentirse más solos que la una.
VAYA TONTERÍA DE ARTÍCULO PARECE MARCELINO PAN Y VINO.
Castracion para todos los violadores
Solos y solas nos sentimos los que seguimos en España , vapuleados por un sistema que no cambia. Que salgamos no es sino la esperanza en que volvamos renovados. Y España no tiene sino asumir que con su sistema publico de calidad, lo que creo fue profesionales transnacionales porque no fue capaz de albergarles. ¡Estas haciendo Historia!

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