El desempleo juvenil
Nuestros propios errores y dislates los están pagando los jóvenes. Así como el músculo se desarrolla por el esfuerzo, una persona se desarrolla y crece enfrentando retos, obligaciones y empleando sus talentos. Por ello el paro de los jóvenes es un verdadero drama social.
Muchos de estos jóvenes, imposibilitados de encontrar un trabajo, se desarraigan y están a riesgo de abandonarse ante su incierto horizonte. Perderán las maravillosas ilusiones y las esperanzas que todos, en el albor de la vida, hemos tenido. Está en mano de la autoridad extender la apertura de bibliotecas para jóvenes, crear zonas de gimnasia en los parques, incentivar fiscalmente el empleo juvenil y, lo que es más importante, promover las prácticas remuneradas en las empresas... En Alemania todas las empresas están obligadas a guardar un porcentaje (creo que entre el 5% y el 10%) a jóvenes recién graduados. Es un contrato en prácticas con una remuneración más baja. Este contrato es muy beneficioso tanto para la empresa como para el trabajador.
No podemos dejar que toda una generación se pierda. Es nuestra responsabilidad.— Juan M. Palao Uceda.
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