La profesionalidad de Alaya y Castro

Aplaudo la labor de los jueces Alaya y Castro. Ambos han emprendido con contundencia y buen hacer los juicios relativos a los ERE falsos de Andalucía y a Iñaki Urdangarin. No sé en qué derivarán ambos, pero la actitud de estos profesionales parece bastante diferente de la un tanto tibia que se percibe en el resto de los juicios mediáticos con que nos ilustran cada día los medios de comunicación.

Yo, como ciudadana, estoy harta del derroche de dinero que suponen estos juicios mediáticos, de su larga duración y de su ineficacia: nadie va a la cárcel, nadie devuelve lo que ha robado y encima algunos siguen ocupando cargos públicos muy bien remunerados.

Es una vergüenza: cualquiera de nosotros, ciudadanos de a pie, por la décima parte de lo que han hecho muchos de esos políticos que hoy se sientan en el banquillo, ya estaríamos juzgados y condenados.

Para que los ciudadanos creamos en la justicia son necesarias actitudes valientes y contundentes como las de los jueces Alaya y Castro, dignas de todo encomio.— Ángeles Ezama Gil.