Original viene de origen

El origen es la clave de este proyecto que trata de cuidar las fuentes, el punto de partida de esta vivienda en la colonia Cruz del Rayo de Madrid. Los elementos son los del principio, los usos han cambiado. Y la intervención es cálida pero en seco: un gran dosel contiene y oculta arquitectura y mobiliario.

Como el bolso de Mary Poppins. Una pieza fabricada en una carpintería se incrustó en esta antigua casa, con forma de almacén, después de limpiarla de tabiques y conductos y tras recuperar las cerchas de madera que durante años permanecieron ocultas sobre el bajo techo. Con la casa vacía, la nueva intervención de Olalquiaga Arquitectos buscó mantener justo eso: el vacío. Para no abrumar la vivienda de nuevo, y para disfrutar de los espacios bajo las cerchas de la cubierta, optaron por tratar su intervención arquitectónica como si ésta fuera un mueble. Montaron en seco un gran dosel de madera “que separa pero no divide y se monta en dos días escasos”. Ese mueble arquitectónico oculta una escalera, una cama, la chimenea y los armarios de la vivienda. 

La idea es disfrutar siempre de todo el espacio de esta casa con cubierta a dos aguas, partida en zonas en lugar de en habitáculos. Sin embargo, si se necesita independencia, del dosel brotan también puertas correderas que separan el dormitorio del espacio principal.

Así, más allá de este mueble comodín, el resto de la intervención apenas se ve. Es una resta (cuando limpia y destruye tabiques) y una suma invisible (cuando se trasdosan los muros y la cubierta para aislar la vivienda).

Los arquitectos hablan de recuperar la esencia de la primera arquitectura, pero en esta casa, la esencia no es ya ni la antigua casa-nave ni la nueva vivienda. La nueva esencia es el cambio.