Los hackers cercan la intimidad de los famosos

“La tecnología informática está evolucionando a tal velocidad que es difícil para los expertos en seguridad hacer frente a los nuevos riesgos”. Así de claro se mostró el director de la Oficina de Seguridad Nacional, James Clapper, cuando presentó en el Senado de Estados Unidos la lista anual de las amenazas para el país en la que, por primera vez, los ataques informáticos han desbancado al terrorismo internacional como principal peligro. Clapper hacía este anuncio la misma semana en la que una web radicada en Rusia publicaba datos financieros y personales de una docena de políticos y estrellas de Hollywood obtenidos por piratas informáticos.

El FBI está investigando la web, Exposed: The Secret Files, que desde el lunes pasado ha publicado información bancaria, movimientos de tarjetas de crédito, números de la Seguridad Social o direcciones domiciliarias de personalidades que incluyen a la primera dama, Michelle Obama, al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, al mismo jefe del FBI, Robert Mueller, o a estrellas como Beyoncé, Jay Z, Mel Gibson o Kim Kardashian. “Estamos rastreando la fuente de la filtración y comprobando la veracidad de lo publicado”, indicó a la cadena ABC un agente del FBI.

No es la primera vez que los famosos de Hollywood han padecido el ataque de los piratas informáticos. En diciembre del año pasado, el responsable de haber hackeado las cuentas de correo de Scarlett Johansson, Christina Aguilera o Mila Kunis para publicar fotos comprometedoras de ellas fue condenado a 10 años de cárcel. Cuando se dio a conocer el veredicto, las autoridades advirtieron de la necesidad de que las estrellas y el resto de los ciudadanos hicieran más para preservar su información de los ataques cibernéticos.

Si hasta el máximo responsable de la Seguridad Nacional reconoce la dificultades para lidiar con el problema del ciberespionaje, se antoja complicado que las estrellas puedan contar con más o mejores recursos para salvaguardar su privacidad de las veleidades de los hackers. Mark Risher, consejero delegado de Impermium, una empresa encargada de proteger las cuentas de los usuarios en las redes sociales, explica en un correo electrónico que cada Estado tiene una legislación distinta sobre protección ante ataques informáticos

Los datos financieros de Beyoncé, Michelle Obama o el Fiscal General de EE UU se obtuvieron hackeando directamente las redes de agencias de crédito como Equifax, Experian o Transunion. Las víctimas de la sustracción podrían tratar de denunciar a esas entidades por negligencia. “Esos ataques cada vez son más frecuentes por el bajo nivel de seguridad de este tipo de compañías que alojan determinada información confidencial”, explica Risher. Las empresas infiltradas, sin embargo, se han apresurado a eludir cualquier tipo de responsabilidad. “Nuestro proceso de seguridad para acceder a la información que han sido robados es muy estricto”, aseguró Tim Klein, uno de los vicepresidentes de Equifax.

Las estrellas siempre pueden recurrir a las vías legales que emplean cuando quieren impedir que los medios difundan fotografías o vídeos robados y podrían demandar por violación de la intimidad a los propietarios de la web rusa que fue la que primero publicó los datos personales y financieros —independientemente de que se demuestre que colaboró con los piratas informáticos—, y a los medios que hayan reproducido esa información. El problema es que, en este caso, lo que se ha publicado no es una imagen embarazosa, sino lo que debe de hipoteca Beyoncé o lo que se gasta en ropa la primera dama. Algo que resulta igualmente morboso. La web rusa ha superado el medio millón de visitas en menos de una semana.