La madre de Bachar el Asad huye a Dubái
Su salida de Damasco envía un mensaje de que las cosas se están poniendo feas para su hijo
Era un secreto a voces entre la comunidad siria de Dubái. Anisa Makhluf, la madre del presidente Bachar el Asad, está viviendo en este glamuroso emirato desde hace unas semanas. La noticia, desvelada por la agencia France Presse, ha aparecido en un periódico local, The National, lo que equivale a una confirmación ya que en este país, informativamente hablando, no se da una puntada sin hilo. Se desconoce si la mujer, de 78 años, ha escapado de los bombardeos que cada vez se acercan más al palacio presidencial o por otras razones, pero su salida de Damasco envía un mensaje de que las cosas se están poniendo feas para su hijo.
Aunque la viuda del fallecido Hafez el Asad no ha tenido una actividad pública ni siquiera en vida de su marido, siempre se le ha atribuido una gran influencia sobre Bachar. Desde que hace año y medio empezaron las protestas pacíficas contra el régimen, le aconsejó utilizar la fuerza porque interpretó que estaba sucediendo lo mismo que en los años ochenta del siglo pasado, cuando los Hermanos Musulmanes se sublevaron contra su marido. De hecho, para muchos era ella y no Asma, la mujer del presidente, la que estaba considerada la primera dama, algo que puede tener que ver tanto con el respeto a su edad, como con su pertenencia a la poderosa familia alauí de los Makhluf.
De acuerdo con la información y la lógica, Anisa se habría instalado en casa de su hija, Bushra, de 52 años. La mayor de los hijos del fundador de la primera dinastía republicana del mundo árabe se estableció en Dubái el pasado septiembre, dos meses después de que su marido, el general Assef Shawkat, resultara muerto en un espectacular atentado contra la cúpula de seguridad del régimen, en pleno centro de Damasco. El cuñadísimo era formalmente el número dos del Ministerio de Defensa, pero en un sistema basado en las lealtades personales y de clan, esa relación familiar pesaba mucho más que los galones o el cargo oficial. Sin embargo, las circunstancias del ataque dieron lugar a todo tipo de especulaciones y teorías conspiratorias, incluida la posibilidad de que se tratara de una purga interna.
En cualquier caso, una desolada Bushra, cuyo matrimonio por amor con el militar causó en su día importantes tensiones en la familia, decidió poner tierra de por medio. De paso, sacó de aquel infierno a sus cinco hijos que desde entonces acuden a un colegio privado de Dubái y ahora contarán además con la presencia de su abuela. Es posible que echen de menos a sus primos, Karim, Zein y Hafez, los hijos de Bachar, que como su madre se han quedado en Damasco junto al dictador. A la bella Asma no parece convencerle el exilio en Rusia que se ha sugerido para poner fin a la guerra que ya ha causado 60.000 muertos y cuatro millones de desplazados. Fin
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