Ciudades invadidas de bolardos

He leído en EL PAÍS que el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, ha sido designado el mejor alcalde del mundo 2012. Es sorprendente ese galardón habiendo invadido con miles y miles de bolardos la ciudad. Los bolardos son obstáculos físicos, con nula sensibilidad hacia los invidentes y discapacitados, incumpliéndose las normas en su favor, despilfarrando millones de euros que se pudieron evitar en gran parte con las señales legales y las sanciones a los infractores.

Los bolardos no están previstos para impedir el aparcamiento o invadir las aceras en los textos legales de Tráfico y Seguridad Vial. No puede haber duda de que llenar una ciudad de bolardos supone un despilfarro de fondos públicos. Es mi deseo expresar a los miembros del jurado el conocimiento de lo que antecede por si estimasen rectificar la designación del nombramiento del señor Azkuna mejor alcalde del mundo 2012.— Manuel Zarrabeitia.