Las ventajas de viajar fuera de temporada
Turistas en la meseta de Guiza, en El Cairo. / Isidoro Merino
Todo es relativo, y en el mundo del turismo también. ¿Cuál es la mejor época para salir?; ¿en agosto, cuando hace más calor y las playas y hoteles están abarrotados, o en otoño o invierno, cuando las playas se prestan más a la contemplación que al baño pero los hoteles cuestan la mitad? Depende de donde se quiera viajar.
Aunque el turismo español sigue siendo estacional y la mayoría de los viajes (alrededor de un 30% del total) se realizan en agosto y tienen como destino la playa, abundan las ofertas para los que salen en cualquier otra época del año. Los viajeros avezados, y en especial aquellos que no tienen hijos en edad escolar, pueden aprovechar las posibilidades de cada destino según la estación para conseguir mejores precios y disfrutar de un clima más confortable.
Puesto de especias en un mercado de Asuán (Egipto). / Isidoro Merino
Egipto sin calores
El periodo comprendido entre septiembre y marzo es la época ideal para viajar a India o Egipto. El 21 de diciembre comienza el verano austral y las agencias sacan a la venta los viajes a la Patagonia, mientras que en Cuba y otros lugares del Caribe la temporada alta se extiende desde finales de octubre, cuando acaba la estación de las lluvias, hasta abril.
Fachada de una casa en la Habana Vieja (Cuba). / Isidoro Merino
Camas y vuelos con descuentos
Jugar con las fechas permite, por ejemplo, darse el capricho de dormir en un hotel de lujo sin arruinarse. Los hoteles de ciudad, ocupados entre semana por hombres y mujeres de negocios, aprovechan los sábados y domingos para lanzar sus ofertas, mientras que los de campo y las casas rurales bajan sus tarifas los días laborables. Algo parecido ocurre con los hoteles de costa: repletos en los meses de verano y en Semana Santa, suelen contar con interesantes promociones en los meses más fríos. Cuando el verano llega a su fin es también el momento de sacarle todo el partido a los bonos de hotel, canjeables por estancias en los alojamientos concertados, y aprovechar los descuentos que consiguen en las fechas de menor ocupación.
Un embarcadero en el río Ganges, cerca de Benarés (India). / Isidoro Merino
Las tarifas aéreas también bajan con las temperaturas. Muchas compañías anuncian estos días sus promociones de invierno, un periodo que para los vuelos se extiende desde primeros de diciembre hasta mediados de marzo. En contrapartida, tras el verano también desaparecen algunos vuelos chárter o estacionales a precios muy competitivos.
Con la llegada del mal tiempo los precios se enfrían, aunque no siempre. A mediados de octubre comienza la temporada turística en las Islas Canarias, que se prolonga hasta primeros de mayo y alcanza sus niveles más altos en noviembre y marzo. En el mundo de la nieve, donde acaba de comenzar una temporada marcada por el signo de las ofertas, marzo señala el inicio de las rebajas, cuando el alojamiento y los remontes en las pistas españolas de esquí son más baratos, y también resulta fácil conseguir gangas para viajar a los Alpes, donde la nieve está garantizada hasta mayo e incluso junio, y a las estaciones de esquí de Estados Unidos, como Aspen (Colorado).
El volcán Teide, en la isla canaria de Tenerife (España). / Isidoro Merino
Placeres de temporada
Los meses de otoño e invierno se prestan para disfrutar de ciudades como Londres, Madrid, Barcelona, París o Nueva York, cuando su oferta cultural y de espectáculos se halla en su apogeo y no hay muchos turistas. Meses para las compras, el teatro, la música y las exposiciones. O para las luces, los árboles de Navidad y los mercadillos de Adviento.
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