Madrid hipnotiza a Mario Testino
El fotógrafo peruano rinde culto al hedonismo, la fiesta y la diversión Un carácter explosivo y optimista que le ha abierto las puertas de la intimidad de los famosos Con ese mismo espíritu ha retratado España hoy
El fotógrafo Mario Testino ha pasado por Madrid esta semana con una algarabía considerable. La visita se debe a que ha ejercido como editor invitado del número de diciembre de la revista Vogue. Cualquiera que conozca cómo retrató este peruano a Brasil o a la monarquía británica no se sorprenderá al saber que su visión de España hoy es hedonista, lujosa y sexual. Un dibujo bien distinto al que vemos cada día. “Yo trabajo por instinto”, defiende Testino (Lima, 1954). “Teniendo en cuenta la crisis, cuando recibí la propuesta pensé que quería hacer una celebración de España. Desde la Semana Santa hasta las discotecas en Ibiza”.
“Mi mejor amigo sigue siendo del colegio. En esta industria, cuando sale un nuevo diseñador, todos lo aparca todo para trabajar con él. Yo no"
Para conmemorar un número dedicado a la fiesta, lógicamente, se organizó un sarao. Testino, Carolina Herrera y la directora de Vogue, Yolanda Sacristán, ejercieron de anfitriones de un jolgorio en el palacio Fernán-Núñez, al que acudieron modelos como Laetitia Casta o Izabel Goulart. Días antes de la celebración, Testino repasaba su fijación por el lado lúdico de la vida. “Hay fotógrafos a los que les gusta sacar la parte vulnerable de la gente. Pero yo vengo de Sudamérica, donde no nos gusta la tristeza. Somos más luminosos”. “La sangre de Mario es peruana, pero su corazón, brasileño”, escribió la modelo Gisele Bündchen en el libro que el fotógrafo dedicó a Río de Janeiro en 2009. “Es un poco safadinho, es decir, travieso y pícaro. Es como un niño, y ese carácter juguetón se ve en sus fotos”.
En 1976, con 20 años, aterrizó en Londres desde Lima para cultivar su gusto por la juerga. “La magia de la vida es que no sabemos quiénes somos hasta el día en que morimos. La gente cree que tienes que ir definiendo y cerrando quién eres. Yo lo veo completamente diferente. La vida te va deshaciendo de los límites. Es una decisión cuántas facetas quieres explotar y cuántas no. Y yo las quiero todas”, asegura.
Amante de lo excesivo, Testino ha construido una carrera basada en la ausencia de un estilo definido. En sus imágenes, casi todo vale, mientras sea explosivo. “A veces me preguntan cómo no me he cansado tras tanto tiempo de hacer lo mismo. Tengo una curiosidad insaciable y por eso me sigo divirtiendo a diario”. Él achaca este carácter ecléctico y optimista a su origen. “Me siento muy orgulloso de ser latinoamericano. Durante muchos años hemos sido menospreciados. Nosotros mismos nos veíamos inferiores a los europeos, con su pasado; y a los estadounidenses, con su dinero. Este es nuestro momento”.
Esa filosofía explica que Testino haya abierto este año un centro cultural en Lima. Que, como no, se inauguró con una fiesta que convocó en Perú a su séquito. “Me toca devolver parte de lo que la vida me ha dado. Con el centro Mate quiero sacar Perú al exterior y traer a Perú cosas que nos hagan abrir los ojos”. Es el colofón de una actividad museística muy activa en la última década. “La moda ha tomado mucha fuerza porque a la juventud le interesa mucho. Es la expresión más individual de la creatividad. Permite a todo el mundo, todos los días, mostrar cuán creativa es. Y los museos responden a eso”.
Una muestra en la National Portrait Gallery de Londres, en 2002, propulsó este aspecto de su carrera. Recibió casi 170.000 visitantes, récord en la historia del centro. Tal vez por eso, esta institución acoge ahora otra muestra de sus imágenes de la familia real británica. Entre ellas, las del compromiso de Guillermo y Catalina. “Era imposible no darse cuenta de la fuerza de ese momento. He visto esas imágenes en el mundo entero. Pero no tiene que ver conmigo. Lo que sientes es el amor entre ellos”.
En el volátil universo de la moda es extraño encontrar relaciones tan duraderas como las que Testino establece. Entre sus 13 ahijados están los hijos de las estilistas con las que colabora habitualmente. “Me gustan las relaciones largas”, admite. “Mi mejor amigo sigue siendo del colegio. En esta industria, cuando sale un nuevo diseñador, todo el mundo lo aparca todo para trabajar con él. Yo no soy así“.
Cuando proliferan los documentales sobre personalidades llamativas de la moda –Diana Vreeland, Valentino, Anna Wintour…–, Mario Testino parece un sujeto apropiado. Tuvo un papel secundario en The september issue. ¿Figura la película entre sus objetivos? “Me lo han propuesto, pero espero ser todavía joven para eso. Creo que me quedan todavía años por vivir”.
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