Desahucios: una afrenta nacional
Es una auténtica vergüenza que nos estén gobernando con una ley de 1909, cuando desde entonces se han actualizado leyes mucho menos gravosas para el ciudadano que la ley hipotecaria.
Cómo es posible que en 2012 la banca tenga las ventajas que tiene; sino fuera porque los partidos políticos más representativos del país son sus peores deudores.
Esta injusticia ignominiosa la están intentado arreglar entre los dos partidos políticos más importantes. Pero lo que no debemos permitir es una segunda parte del Código de Buenas Prácticas, que se ha demostrado que no funciona. Los bancos no van aceptar de buenos modos que se les imponga una nueva ley hipotecaria. Pero tenemos 47 millones de razones para impulsar esta ley y conseguirla por medio de nuestros representantes. Elijan sus señorías pero elijan bien ya que tienen a todo el país pendiente de su decisión y no está la situación económica ni psicológica para aceptar medianías.— Juan Carlos Sánchez Delgado.
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