Insensatez
Los desahucios no sólo son feroces y abusivos, sino también insensatos. Tanto dolor para obtener tan poco y no somos capaces de cambiarlo
Qué mundo tan absurdo. El primer día del alto el fuego en Siria murieron 150 personas, víctimas de un coche bomba y de diversos combates. En Kabul, las prostitutas hacen la calle envueltas en espesos burkas de la cabeza a los pies: viva la coherencia integrista. Y, en España, una comisión del CGPJ formada por siete magistrados entrega un informe magnífico sobre los abusos de los desahucios, y el CGPJ se lo carga en un plis-plas (dicen que tardaron menos de una hora en despacharlo). Son noticias insensatas, y su falta de racionalidad no hace más que aumentar el impacto del daño.
Pero volvamos a los desahucios. El documento, que merece la pena de leerse (lo publicó EL PAÍS el pasado domingo), ofrece 18 medidas para paliar el horrible drama de los desalojos. Me sorprende la extrema celeridad del CGPJ para rechazarlo: es uno de los problemas más atroces de la España actual y yo hubiera apreciado cuando menos cierto debate, cierta preocupación ante el asunto. Pero tal vez teman aproximarse a los que protestan en la calle. Puede que prefieran arrimarse a los banqueros (próceres de la Patria todos ellos).
Desde que empezó la crisis, se han ejecutado 350.000 desahucios. Estamos en un momento extremo, en tiempos tales como no se han conocido jamás. Es decir, estamos necesitados y obligados a reinventarnos. ¿Acaso va a esforzarse toda la sociedad en aceptar recortes y cambios inauditos y lo único que va a seguir exactamente igual en este país son las hipotecas? ¿Pero qué burla es esta? Y encima para nada, porque a los bancos ya no les interesa añadir un piso más a los miles que tienen. ¿No sería mejor para todos intentar nuevas vías? Los desahucios no sólo son feroces y abusivos, sino también insensatos. Tanto dolor para obtener tan poco y no somos capaces de cambiarlo.
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