La caída de Lance Armstrong
Acabamos de asistir a la caída definitiva de uno de esos héroes que al final ha resultado tener los pies de barro, como tantos otros. Después de los informes de la USADA, la UCI por fin ha aceptado los hechos y ha declarado a Lance Armstrong tramposo. Ahora le quitan los siete Tours que ganó.
La ronda francesa quiere que esas ediciones queden desiertas. Si miramos los pódiums de esos días de julio entendemos la razón: casi todos los segundos y terceros también iban dopados. Triste, pero es así. La cuestión sin embargo es que si todos hacían trampas, entonces compitieron en igualdad de condiciones, y realmente Armstrong fue el mejor.
Desgraciadamente, aquí se trata de mucho más. Del engaño general al espectador y sobre todo, de la imposibilidad de ser honrado en el ciclismo, ya que ningún corredor podía llegar a nada sin las sustancias prohibidas. Por eso hay que desposeer a Armstrong y dejar los Tours, desiertos.— Amadeu Branera.
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