La sombra de un sueño (y II)
En una muy difundida charla TED de 2006, Ken Robinson se preguntaba si las escuelas matan la creatividad. El proyecto La sombra del membrillo nació precisamente para dinamizar un centro con el eje vertebrador de la creatividad.
En 'El sol del membrillo', Víctor Erice retrató el proceso de cómo Antonio López reflejaba la realidad en un cuadro. La sombra del membrillo (que homenajeaba al padrino de nuestro centro, el Instituto Público Educación Secundaria 'Antonio López García' de Getafe) se proponía incentivar la búsqueda de la otra cara de la realidad: la imaginación, los sueños, la poesía.
Con el objetivo de crear una revista de poesía (insólita porque unía autores consagrados y creaciones de los más jóvenes), en este sueño –que empezó siendo personal– se fueron incorporando profesores de diferentes departamentos y estudiantes de todos los niveles. Una minoría (porque en el mundo adolescente hay una muy fuerte presión para no apartarse de los dictados del grupo; porque la rutina escolar dificulta cualquier proyecto que rompa límites). Pero una inmensa minoría, cuyas actividades fueron intensamente elogiadas por quienes nos descubrían desde fuera del centro.
Con el tiempo, en la ExpoFantasía 2010 que organizamos, conseguimos además una activa colaboración con las familias: parte de los objetos fantásticos expuestos en el vestíbulo de nuestro centro fueron creados desde un taller organizado por las madres del AMPA.
La revista impresa La sombra del membrillo alcanzó diez números (desde 2003 hasta 2008). El portal web se mantiene todavía hoy. En 2009 la publicación cambió de formato y modificó su título y se convirtió en La sombra (de lo que fuimos), revista digital que continuó hasta el número 15 en junio de 2011.
Por el camino, pequeños milagros fruto de la perseverancia (otro aprendizaje fundamental): que grandes escritores (como, por citar uno solo, el Premio Nacional de Poesía Juan Carlos Mestre) nos cedieran inéditos para publicar; que grandes artistas plásticos nos regalaran sus ilustraciones; que Javier Krahe decidiera hacernos una canción cuyo manuscrito publicamos en el número 6; que músicos como Joaquín Lera, Lola Barroso(*) y Marcos Cao nos acompañaran y regalaran sus emociones... Estímulos y referentes para las creaciones de todo tipo (visuales, literarias, musicales) de nuestros jóvenes.
El proyecto se convirtió en una pequeña aventura cultural: conciertos, presentaciones en sitios extraordinarios para los chicos (Feria del Libro de Madrid, librería del Museo Reina Sofía, Los Castillos de Alcorcón...), participación adolescente en ruedas de prensa profesionales, entrevistas en medios de comunicación, integración en el equipo de nuevos miembros de otros países, reconocimientos de la trayectoria investigadora y creativa de nuestros chicos (hasta llegar al Primer premio en el concurso de ámbito nacional Es de Libro 2008).
Como si un hilo mágico tejiera todo el proyecto, el poeta Jorge Riechmann nos regaló un inédito que usamos como pórtico a nuestro primer número: "Jornada de puertas abiertas". Su final se convirtió en lema de nuestra Sombra:
Mira esa mancha en el muro
donde el idiota sólo ve una mancha:
es una de las puertas del mundo, y está abierta
La Sombra fue (lo sigue siendo en los que la vivimos) esa puerta abierta. Con cientos de caminos diferentes, pero todos alentados por el valor esencial de la creatividad, de la educación artística (que ahora parecen despreciar los dirigentes educativos) y por el designio de que la educación ha de servir para lo fundamental: para sacar lo mejor de cada persona.
Imágenes: La pintura utilizada como fondo de portada en el Nº 8 de la Revista LSM se titula "On the upswing" y su autor es el pintor canadiense Rob Gonsalves. Sus agentes (Saper Galleries, de Michigan) autorizaron su uso para la Revista. La ilustración que aparece a continuación, corresponde a una recreación de la obra de Juan Manuel Fuentes del Ama, titulada "La música amansa a las fieras".
(*) Hace unos días, el jueves 18 de octubre, en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes se celebró un acto al que asistieron dos premios Nobel (el de 2011, el poeta sueco Tomas Tranströmer, y el de 2010, Vargas Llosa). A su lado estuvo nuestra <em >Lola Barroso, exalumna de nuestro instituto, colaboradora fiel de 'La Sombra del Membrillo', tocando el piano y acompañando a los dos citados premios Nobel.
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