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Las hazañas de Inés Suárez y la democracia en Santiago

Curioso es que existan monumentos que homenajean a grandes luchadores y conquistadores, grandes guerreros y reyes. Pero pocas veces se acuerdan del papel de las mujeres en las conquistas y en las guerras. ¿Existieron?

“Las hazañas de Inés Suárez, mencionadas por los cronistas de su época, fueron casi olvidadas por los historiadores durante más de cuatrocientos años”, escribió Isabel Allende a modo de introducción en su novela Inés el alma mía. Y cuánta razón tenía.

Inés Suárez (1507-1580), mujer extremeña del siglo XVI que decidió embarcarse rumbo hacia ese nuevo mundo donde se depositaron tantas y tantas esperanzas. Hacia allí partió, tras su marido Juan de Málaga, para conocer que se había convertido en una mujer viuda. En Cuzco, conoció a Pedro de Valdivia, el gran Pedro de Valdivia, maestro de campo de Francisco Pizarro. Y junto a él no sólo conocería la pasión y el amor, sino también el sabor de la conquista.

La valentía no sólo es una intención. E Inés Suárez lo demostró al participar en las expediciones por territorio chileno y en la fundación de Santiago de Nueva Extremadura, hoy Santiago de Chile. Porque los guerreros no luchan solos. Y no todos son hombres. Hay mujeres que los acompañan, deciden, les cosen las heridas, los cuidan, les dan de comer, montan a caballo como ellos y empuñan las armas.

Inés Suárez destacó por su valentía y su ímpetu, pero la historia cuenta también que por su crueldad tras el asalto a Santiago dirigido por Michimalonco en 1541: hizo decapitar a Quilicantajunto a siete indígenas prisioneros para asustar a los atacantes.

Ocho años después, Pedro de Valdivia entregó finalmente a Inés en matrimonio a Rodrigo de Quiroga e hizo traer a su mujer a América. Todo para cumplir la sentencia de un juicio en el que lo acusaron, entre otras cosas, de mantener una relación fuera del matrimonio. Tras este matrimonio, se dice que Inés y Rodrigo vivieron en la calma de ese Santiago…

Más de 400 años después, la comuna de Santiago ha cambiado mucho... La lucha que hoy existe es para hacerse no con la conquista de ningún territorio, sino con la conquista de la confianza de los ciudadanos que allí habitan. El próximo 28 de octubre se celebran elecciones. Pablo Zalaquett y Calorina Tohá se disputan la alcaldía. Ya no hay caballos ni lanzas, aunque quede el origen y recuerdo de la historia. Hay líderes que pretenden mejorar la calidad de vida de sus vecinos, de todos: de los jóvenes, que cada día salen a las calles para pedir más educación; de las mujeres, que cada día solicitan más igualdad; de los mayores, que necesitan escuchar, ver y comprobar. Ese debería ser el objetivo de su candidatura.

Ya no se recuerda a Pedro. Y tampoco a Inés. Ese Santiago chiquito creció. Los grandes monumentos que homenajean a los hombres son sólo símbolos. Hoy se sueña con hechos. Las elecciones dan paso al papel de la democracia. Una democracia que, quizás, le habría gustado ver a Inés en su Santiago.

Imagen de la portada del libro de Isabel Allende Inés del alma mía

Comentarios

http://nelygarcia.wordpress.com. No puede existir valentía sin convicción, pero cuado para conseguir el objetivo, se recurre a la crueldad, la valentía se esfuma. La historia de Inés, me transmite la humillación que le fue impuesta, al entregarla a otro como un objeto y su recuerdo debe de servir, para que las mujeres sean consideradas personas, que deciden por ellas mismas.http//www.facebook.com/pages/Nely-Garc%C3%ADa/368054793274553http://www.facebook.com/nely.garcia.3557
Hay much@s extremeñ@s que han conquistado muchas cosas en todo el mundo, pero claro, la fama se la llevan otros. Siempre hemos tenido un complejo de inferioridad.EXTREMADURA ha sido un pueblo de los más antiguos con identidad y no nos tiramos tantos pegotes de embajadas, lenguas, etc... SALUDOS DESDE EXTREMADURA.
Olvidáis que a allá nadie la decapitó, cosa que ella, pobre víctima, sí hizo (según este artículo) con al menos siete personas. De esto se puede deducir que no se trata de machos o hembras, se trata de poder y egoísmo.
Y conquistar, es someter; eso que denunciáis. Cómo se puede estar orgullosas de lo que denunciáis ser víctimas?
Es importante lograr visibilizar historias de mujeres. Creo que debemos contextualizar cada historia y cada vida del pasado que se aleja, afortunadamente para todos y para todas. A pesar de todos los inconvenientes de la sociedad actual, la persona ha ido tomando valor en muchas partes del planeta, y debemos trabajar porque lo siga haciendo. Por lograr una auténtica igualdad entre todos y todas en cualquier lugar en el que habitemos. Es un logro que solicita mi corazón. ¿Alguien puede estar en contra de esto?

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