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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

¿Cómo se llama el carnicero del barrio?

Anatxu Zabalbeascoa

Jon Aguirre Such, uno de los cinco arquitectos del colectivo (ellos lo llaman plataforma) Paisaje Transversal lanza la pregunta a los residentes del barrio madrileño Virgen de Begoña que han acudido al Ayuntamiento de Madrid a ver una exposición sobre la transformación de sus calles que muchos de ellos demandan. La muestra es como un caballo de Troya metido en el consistorio. Enciende una luz sobre las carencias de uno de los 200 vecindarios que solicitan elementos y cuidados básicos como bancos, o farolas, para poder hacer una vida corriente.

A pesar de que ellos consideran que forman equipo con “toda persona que colabora con nosotros a través de las redes sociales o involucrándose en proyectos”, el núcleo duro de Paisaje Transversal está compuesto por los arquitectos: Guillermo Acero Caballero, Jon Aguirre Such, Jorge Arévalo Martín, Pilar Díaz Rodríguez e Iñaki Romero Fernández de Larrea. Fueron ellos los que eligieron el barrio de la Virgen de Begoña entre esos 200 de Madrid que más urgentemente necesitan reformas (por tener zonas sin asfaltar, por contar con barreras arquitectónicas que no permiten que los vecinos se desplacen, por carecer de una plaza en la que juntarse). Se plantaron en ese vecindario del norte de Madrid y trataron de analizarlo, de acercarse a la gente, de conocer sus problemas, de ganarse la confianza de los vecinos y, finalmente, de proponer soluciones, o mejor dicho: de ordenar las que los residentes habían ideado.

La plataforma lleva más de un año realizando visitas, talleres con niños y ancianos, bailes y acercamientos que les han llevado a comprender lo que el barrio necesita para poder diseñar un plan de reforma precario pero transformador, también una estrategia de intervención hecha a la medida del lugar.

-El carnicero se llama Ignacio -contesta Ángeles Serrano, una de las usuarias del centro de mayores. Y tras responder deja de atender la charla de Aguirre entusiasmada con detallar la vida en el barrio- La frutería más famosa es Las Marías, la llamamos así porque todas se llaman María. Se han hecho con millones robándonos todo lo que han podido- continúa.

Para entonces Jon les está hablando de nuevas acciones:

-El ayuntamiento nos tiene que ver unidos para que podamos transformar vuestras protestas en propuestas. El día tres hay otra reunión. Vosotras, que seguro que cocináis muy bien, podríais traer unos pasteles, dice coqueto.

-Eso está hecho.

-Qué majo es este chico –. La que habla ahora es Ángeles Méndez, que llegó al barrio hace 40 años y, en 1982, fundó la primera asociación de vecinos. Cuenta que por entonces pedían una placita y que les asfaltaran dos calles.

-Cristina Almeida vino y nos lo hizo. Pero luego los vecinos perdieron interés. La gente empezó a encerrarse en su casa y a perder ilusión por hacer cosas juntos.

 Se perdió el tejido social y el barrio se deterioró, pero hace tres años organizaron una nueva asociación de vecinos.

-Y se nos aparecieron estos ángeles, más milagrosos que la Virgen de Begoña, bromea José Carlos Alía, subdirector de esa asociación, que también ha acudido al espacio Centro-Centro del Ayuntamiento de Madrid a escuchar a Aguirre.

-Si no me entendéis porque hablo demasiado técnico, decídmelo. Debería hablar en lenguaje más llano, pero a veces me cuesta por la costumbre, se disculpa Jon.

-Oye -le interrumpe otra anciana-: ¿De verdad crees que vamos a conseguir algo?

-No creo que lo veamos nosotros- se apresura a comentar otra.

-Si no lo creyese no estaría aquí, zanja Jon Aguirre. Pero además hay datos. Este mes vamos a empezar a construir el huerto colectivo que cuidarán los alumnos de dos colegios y los mayores del Centro de Día.

“Cuando negocias en el Ayuntamiento no hay nunca dinero para sanear un barrio” –explica Jon ya fuera de la charla con los ancianos- “Pero hay migajas para ir solucionando pequeños problemas, migajas que aparecen hablando con directores de áreas y desmenuzando el problema, troceándolo, partiéndolo en trocitos para poder ir haciendo algo”.

Las migajas a las que alude exigen que los propios residentes se conviertan en obreros y que las cosas vayan cambiando de acuerdo con sus demandas, pero también con su implicación. ¿Se ofrecería usted a regar el parque de su barrio? ¿A podar algún árbol? ¿A barrer su parte de calle? Los arquitectos de Paisaje Transversal se han ofrecido para transformar las ideas de los vecinos en el diseño de un barrio reformado. Son la parte técnica que necesita cualquier transformación y que permite que la del barrio Virgen de Begoña sea a medida, y no según un plan maestro que iguala a todos los barrios empobreciendo la ciudad.

Si todo lo hacen vecinos y buenas intenciones ¿dónde queda la responsabilidad de los ayuntamientos? Jon Aguirre explica que esa responsabilidad está en la” financiación a través de programas ya presupuestados y que pueden adaptarse a las necesidades del barrio”. Uno de esos programas-Educar hoy por un Madrid más sostenible- lo concede el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid a los colegios y en él se basa el huerto que describe Aguirre. Lo que propone Paisaje Transversal es diseñar un plan de transformación urbana a medida y motivar a los vecinos para que lo soliciten, realicen y mantengan. Todo eso va muy unido. Uno no descuida lo que siente como propio ni lo que le ha costado conseguir.

Los arquitectos que conforman Paisaje Transversal viven todavía de sus padres (“hemos pedido un crédito familiar en lugar de pedirlo al banco” –ironiza Jon-), pero han decidido dar, ofrecer lo que ellos pueden hacer, para cambiar lo que no les gusta. Su proyecto –que apenas ha comenzado a transformar el barrio- ha cambiado ya la actitud de muchos vecinos. Y ha sido publicado y discutido en numerosos foros internacionales. Esa publicidad, la de hacer las cosas pertinentes, bien y sin ánimo de lucro, debería resultar en más encargos que permitan subsistir. Y resulta, ya, en satisfacción personal y en un modelo y un ejemplo ante el que a la mayoría de los políticos se les debería caer la cara de vergüenza. ¿Será por eso por lo que lo exponen en el Ayuntamiento?

Comentarios

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Estimadisima periodista, segun Paul Krugman fue la codicia y la falta de regulacion de ciertas isntituciones seudo bancarias...No los pesimos arquitectos. Culpar objetos y segun criterios esteticos, eso se llama "idolatria" ( segun mi rabino). Ahora bien, las preguntas metafisicas serian: 1/ Calatraba Santiago y otros mas, no participaron al derroche a credito por parte de municipios con objetos, obras y seudo espacios publicos de prestigio?1.1/ Pueden separarse Cultura y Sociedad ?( NO..)2/ Como lo demuestra su articulo, son los aquitectos o las asociaciones los que potencian la participacion en una sociedad?Y que hay de los sindicatos?La participacion no es simplemente ejercer sus derechos politicos?3/ Puede substituirse la ciudad por la arquitectura? Mas: que es una ciudad? La suma de sus edificios y espacios buenos o malos?3/ De no hacer mas edificios a que infierno condenamos a la profesion de arquitecto?Saludos
Creo que estamos en un momento en el que va creciendo una idea generalizada de que las personas se tienen que apropiar de la ciudad. Quizás esto pasa como reacción al hecho, cada vez mas evidente, de que ciertas élites de poder económico nos arrebatan todos nuestros ámbitos mientras nos dan zanahoria para engañarnos. La complicidad evidente del poder político con esas fuerzas económicas hace que las personas cada vez sientan mas ajenas las propuestas urbanísticas que vienen impuestas des del poder de la administración... pero esas mismas personas se cierran en casa con las redes sociales. Ahora florecen multitud de colectivos de artistas, arquitectos, sociólogos, etc. que intentan llevar a la concreción propuestas participativas respecto al espacio público. Algunos de ellos actúan con ideas banales y llenas de tópicos buenistas, pero otros hacen cosas interesantes conjugando participación y imaginación. Esto último me parece muy importante y a veces un poco olvidado. No basta con pedirles a los ciudadanos que es lo que quieren, hay que pedirles que imaginen. Incluso los problemas muchas veces no són algo unívoco: la imaginación es la que los acaba de definir. Creo que estamos recuperando la idea de que tenemos que ser agentes activos en nuestro entorno y eso también significa ser conscientes de lo que los espacios nos hacen sentir. Hay que ir por la ciudad con los ojos abiertos. Como decían los situacionistas los cambios colectivos respecto a la ciudad llegarán cuando lleguemos a un cambio individual en la manera de sentirla. Hay que subjetivizar la ciudad, jugarla, interpretarla y luego compartir eso con los demás y generar una sintonía. Este blog es un juego con la ciudad y un intento de animar a apropiarsela con los ojos, como un primer paso:http://milbarcelonas.blogspot.com.es/
Bien, pero quien le vota a los "politicos" ejerciendo derechos que nos otorga la "res publica"? Vean la tendencia para las proximas autonomicas....Que legitimidad cientifica, technica y cultural tienen los dichos arquitectos, sociologos y demas artistas que intentan llevar "a la concrecion propuestas participativas" en el espacio publico? Tienen el monopolio de la "verdad" tal y como presuntamente lo suponen los "politicos"? Que hecemos del saber "historico"de los urbanistas?
Por supuesto que estos colectivos no tienen la "verdad". Y además hay mucho de pose en eso de decir que los forma “toda persona que colabora con nosotros a través de las redes sociales o involucrándose en proyectos”. Por supuesto que seria bueno intentar aprovechar el saber histórico de los urbanistas. Y por supuesto que seria ideal que la administración respondiera a las necesidades de la ciudad. Pero eso no quita que un cambio en la percepción individual de la ciudad sea necesario. Los ciudadanos deben volver a "sentir" los espacios que habitan.
Estimado Rafa, no lo niego pero la percepcion (estetica?) individualista da mas si es compartida, es decir si se convierte en sentido comun; es decir en lo que tiene que significar convivencia, y destino compartido en lo que todavia podemos llamar espacio publico. La pregunta seria : Las crisis repetidas del capitalismo generan mejores ciudadanos y mejores ciudades? Mas : la ciudad capitalista es decir "onanista" produce todavia espacio publico. Le recomiendo : La Cité perverse de Dany Robert Dufour
Propuestas y acciones como ésta son las que deberían ser las habituales en muchos barrios. Acciones colectivas entre vecinos, implicación de los urbanistas para conocer las necesidades reales de sus habitantes, etc. Pero ¿quien lo paga? Y ¿realmente los vecinos de todos los barrios quieren convivir con sus vecinos, conocerlos? Lamentablemente no lo creo.En todo caso éste es un ejemplo de que, a veces, sí que puede funcionar.
Estimadisima bloguera urbana, los urbanistas desde Geddes se implican para conocer las necesidades "reales" de los habitantes mediante las encuestas. Luego vienen las decisiones "politicas" ...Pero todo tiene su limite, por ejemplo : que desean Hic et nunc los catalanes como sociedad? Que proyecto proponen los politicos?Que implicaciones tendra todo esto en materia de convivencia en sus ciudades?
A pesar del tono crítico de la publicación que sólo describe algunos aspectos negativos de la propuesta (como si no los hubieran en otras tantas), rescato algo positivo como es trabajar con la gente que es quien al fin y al cabo vive allí, conoce las dinámicas del barrio y las relaciones, me parece súper importante que el arquitecto/urbanista tenga una relación estrecha con los usuarios, no entiendo cómo se puede puntualizar esta colaboración como un aspecto negativo.Por otro lado también veo positivo que arquitectos jóvenes (sin importar dónde vivan) estén moviéndose, proponiendo y generando. Iniciativa es lo que necesitamos.

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