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Blogs / Gastro
Gastronotas de Capel
Por José Carlos Capel
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Vin doré, el esperpento del lujo

José Carlos Capel

Su propia web (www.vindore.com), presidida por un escudo ampuloso que evoca el imperio austrohúngaro lo deja bien claro: “Vin Doré” 24K. “Cava y vinos de oro al método champenoise”. Mientras iba leyendo los ojos se me abrían como platos. “Desde los orígenes de la humanidad siempre se ha buscado tener lo mejor, lo exclusivo, lo único, lo raro, lo selecto, lo glamuroso, buscamos tener el lujo y la belleza para nuestro uso y disfrute y no hay elemento más representativo que el oro, brillante, tentador, elegante, valioso (...) Cava o espumoso con polvo de oro, que danzará en tu copa formando una perfecta comunión entre el glamour, la elegancia y la buena gastronomía.” No pude continuar. No estoy preparado para tantas cursilerías.

Llamé de nuevo e intenté comprar una botella. Imposible escribir sin probarlo. Finalmente me enviaron una muestra gratuita con un mail en el que me indicaban que no venden a clientes, que sólo se puede adquirir en El Corte Inglés de Lisboa. Que tienen introducidos los vinos en algunos campos de golf de Marbella, y que van a organizar cenas con maridaje (palabras textuales) en los paradores Premiun, además de cerrar servicios por copas en los hoteles Wellington, Ritz, Palace y la cadena Room Mate en Madrid. Naturalmente, los precios me parecieron muy elevados. O no. Todo depende del oro. Botella de espumoso (con micro partículas de oro en suspensión) 49 euros Botella de Brut 89 euros Ni que decir tiene que en su PDF aparecen “celebrities”. El torero Oscar Higares y varios futbolistas y artistas. Al parecer un magnifico aval para el público al que van dirigidos. En la traducción al inglés se habla de “champagne” con una impunidad absoluta.

Enfrié la botella y me dispuse a probarla. Antes puse un comentario en twiter al que me respondieron con contundencia. @nachogrijuela: “Tengo un amiguete que ha hecho fortuna en Rusia vendiendo sidra con ese polvito a 120 $ la botella”.Y @SheikViberti: “Si comes o bebes oro también te intoxicas”. No creo que esas partículas perjudiquen si se trata de oro alimentario. Abrí la botella y me encontré con un tapón mezquino, corto como una tachuela. La nariz era menos mala de lo que esperaba, pero en el paladar dominaban las notas dulces y amargas. Ningún final de boca. Por supuesto, las micro partículas de oro no aportaban nada. Estupidez envasada. El oro sobra y estorba pero, eso sí, aumenta el precio de una bebida mediocre.

Por muchas vueltas que doy al asunto no encuentro respuesta. ¿De dónde salen estos espumosos que se envasan en Asturias? ¿Qué extraños sentimientos pueden incitar a comprarlos cuando son, incluso, más caros que muchos champagnes nobles? En twiter; @JCCapel

Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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