Los famosos ceden sus tacones a niños marginados
Kate Moss, Sienna Miller, Keira Knightle, Ron Wood y Tom Jones, unidos por una buena causa
A más de una —o uno— le gustaría calzar los tacones de Kate Moss. La fantasía ahora es posible, gracias a un proyecto solidario. Kate Moss, Sienna Miller, Margherita Missoni y Keira Knightley son algunas de las caras conocidas que han donado sus zapatos para recaudar fondos destinados a los niños que trabajan en grandes vertederos.
La organización británica Small Steps proporciona comida y calzado a los menores que hurgan en residuos para encontrar objetos que puedan ser vendidos como reciclaje. La subasta de los pares autografiados será el 11 de octubre en Londres. En la venta inaugural de 2011 se recaudaron 25.000 euros.
Los zapatos cedidos dice mucho de los hábitos, estilo y desprendimiento de sus antiguos dueños. Moss ha donado unos clásicos tacones negros de la marca británica Mulberry. Miller, unas sandalias de la marca italiana de rango medio Stefanel. “He pasado noches enteras bailando en ellas y espero que traigan tanta felicidad a otra persona”, explica la actriz.
La modelo Natalia Vodianova se ha desprendido de unas plataformas con flores de Prada valoradas en unos 800 euros y la actriz Judy Dench ha entregado los salones, prácticos y cómodos de Carvela que llevó durante el rodaje de James Bond.
No todo son tacones. El músico Brian May ha entregado unas zapatillas deportivas, el cantante Tom Jones unos botines chelsea que se puso para estrenar su nuevo single, el diseñador Paul Smith unos mocasines de su propia firma y Ron Wood unas botas customizadas. “Las he decorado yo mismo para que sean únicas, tanto como el proyecto Small Steps”, afirma el guitarrista de los Rolling Stones. Los más jóvenes no tienen reparos para dar pares bien usados, como las deportivas con parches de Chris Martin o los botines de piel del actor Daniel Radcliffe.
Small Steps es el proyecto de Amy Hanson, una periodista que cambió de profesión tras un viaje a Camboya en 2008. Durante los meses que permaneció en el país asiático como voluntaria descubrió que muchos niños acaban buscándose la vida en gigantescos basureros trabajando 14 horas diarias. Cuando volvió a Londres puso en marcha Small Steps, sacando partido de sus s contactos como reportera del mundo del espectáculo.
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