RD Congo: Alicia en el país de las pesadillas
Alicia empezaba ya a cansarse, pero no por estar sentada a la orilla del río con su hermana mientras esta leía un libro sin dibujos. Entre otras cosas porque su hermana, así como ella misma, eran incapaces de leer, de hecho en su particular país sólo una de cada dos mujeres es capaz de hacerlo. Lo cual no es muy sorprendente si tenemos en cuenta que siendo fabulosamente rico, con algunos de los metales más preciados y deseados por todos los que llevan un teléfono móvil se producen en su país y aún así este es el último del ranking de Desarrollo Humano
Alguna vez Alicia vio al conejo blanco pero siempre llegaba tarde y por mucho que buscó el abanico el panecillo o la seta mágicos para que la sacaran de su pesadilla, nunca las encontró. Se las prometió su gobierno, los rebeldes y la comunidad internacional, nunca llegaron. La última vez que las necesitó fue cuando hace tres meses el M23 un grupo armado con fuerte apoyo del exterior del país decidió que era momento de crear su propio Estado dentro de Congo, en Kivu Norte y comenzó la lucha armada con el ejército. Ya tenemos a las Reinas de corazones jugando su partida de croquet y Alicia volviendo a perder.
Ella y su familia, que además resulta que son hutus, salieron con lo puesto, corriendo hacia Goma, antes de que los mataran, violaran o sencillamente cualquiera de sus hijos fuera reclutado forzosamente por el M23 como carne de cañón para sus filas, un soldado joven es un buen botín y si es “fácilmente prescindible” por ser hutu, aún más.
Alicia y su familia es una de las más de 400.000 personas desplazadas por dicha situación y otros conflictos en cadena que la inestabilidad y los fondos frescos del exterior han generado, de nuevo otra vez el Congo salta a la portada de los diarios.
Pero en este caso casi nadie les hace caso, hay muchos sombrereros que se hacen los locos por aquí. Alicia llegó a Kanyaruchinya a ladito mismo de Goma con su familia, ella y 60.000 personas más!! El suelo donde acampan es lava de la última erupción que sucedió hace unos años, no tienen nada para dormir, duermen el suelo duro, rocoso e irregular. Han recibido sólo un reparto de comida y Alicia no podía creer la calidad de las judías, no es sólo que siendo de mala calidad tengan menos nutrientes, lo que es gravísimo con la poca comida que reciben, es que además requieren de más tiempo para ser cocinadas , eso implica más leña, eso implica más viajes o más tiempo en el bosque buscándola y eso implica además de más trabajo para Alicia y sus hijas, mucho más riesgo de ser asaltadas y violadas.
Oxfam está proveyendo de agua transportada en camiones y consigue entregar sólo 5 o 6 litros por persona y día, para todo, beber, cocinar, lavar, duchar. Cualquier Alicia que nos lea sabe que antes de desayunar cada día ya ha consumido mucho más que eso. Y todo, al fabuloso coste de 100.000 dólares por mes, no solo por el coste logístico de hacerlo sino también por el peaje que el Gobierno de Alicia, que nunca se ha acordado de ella para nada, hace pagar a los camiones para entrar en el campo donde están alojados.
Cuentan con 200 letrinas…para 60.000 personas –mejor no hagan números- y 70 duchas –sigan sin hacerlos-. Trabajamos por construir más, a destajo, pero….la mayoría de los donantes, que no todos, consideran que no es una prioridad y no hay dinero para Alicia y su familia.
Por supuesto no hay escuelas, ni tienen ganado y estamos en época de siembra, que se va a perder por el conflicto, lo cual implica que Alicia no tendrá nada que recoger dentro de tres meses…aunque ahora aquello le parece que está muy lejos, pues tiene bastante con el día a día. Su hijo mayor le ha dicho que se va a alistar en el ejército, pues éste incumpliendo cualquier principio recluta jóvenes ociosos –qué remedio- en el campo de desplazados, ¡más carne de cañón!
Alicia me dijo que el agua le estaba llegando y me dio las gracias por eso, y cuando vio mi teléfono me dijo, oh, me han dicho que eso funciona con el mineral que extraen de mi pueblo, y por el que nos han echado, es verdad? Y yo no supe que decirle… ¿sabrían ustedes qué decirle a Alicia para que despierte de esa pesadilla?
[Fran Equiza es director regional de Oxfam África del Este. En esta foto aparece visitando uno de los campos de refugiados que describe en la entrada. Puedes seguir su cuenta personal en@BeyondTheTribe yhttp://www.beyondthetribe.net/]
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.