Atención al título y a los signos de puntuación. No es la vuelta al cole de El Corte Inglés. Noooo. Es que han vuelto al cole, han vuelto al cole, ¡¡han vuel-to al co-leeeeeeeeeeeeee!! Después de la friolera de 81 días. Ochenta y un diítas de ná. De ná, comparados con los 31 días de vacaciones que tenemos los que todavía tenemos curro. Ochenta y uno menos treinta y uno: cincuenta días de frenesí adicional. De a ver cómo nos lo montamos. Porque no hay estancias, talleres, colonias, suegras, ni canguros que 51 días duren. Ni siquiera abuelas en el pueblo para mandarles la prole. Muchas abuelas de nuestra generación todavía trabajan.
No es que no queramos estar con ellos. Claro que queremos, si es lo mejor: 24 horas sin prisas que te reconcilian con todo, todo fluye sin gritos ni broncas, ellos están súper contentos y los conflictos desaparecen. Las vacaciones molan cuando nosotros TAMBIÉN estamos de vacaciones. Todo lo que sobra es una locura. Y una ruina, para qué negarlo. Saldría más a cuenta pedirse un mesdeexcedencia, pero no está la cosa para solicitar según qué.
Las conversaciones con las colegas llevan días acabando con un “cuando comiencen el cole nos vemos”. Una amiga me explicaba el otro día que soñó que se marchaba de vacaciones: sola!. Anna Manso, La Peor Madre del Mundo, tuiteó ayer, primer día de clase en Cataluña: “Ah, qué día tan bonito, qué día tan bonito…”. Le insistí en el tema y añadió, vía mail: “Me permito un ataque de felicidad, el del regreso a la vida ordenada. La superposición de trabajo adulto y vacaciones de niños es mortal, que si no… por mi continuábamos”. Y otra Anna, Anna Pujabet, dos veces madre de gemelos (telaaaaaaaaaa), tiró de ironía: “Buenos días, cómo va ese síndrome de Estocolmo?”. Hace un rato, en el metro he escuchado: “Gracias a Dios han comenzado el cole”, con una solemnidad que daban ganas de ponerse de pie y aplaudir.
Una vez leí una madre que ponía del revés a las madres que nos quejamos de las largas vacaciones de los niños. No sé chica, cuestiones pedagógicas a parte, me parece un disparate que los menores tengan 51 días de fiesta más que sus progenitores. Si conservan el curro, repito. Que levante la mano quien esta semana no ande más ligero. Quien no haya estado pendiente de la carrera de relevos que a diario se producía en su domicilio desde finalesde agosto. “Yo me quedo hasta las 10 y entro más tarde, viene mi madre hasta la hora de comer que hoy trabaja por la tarde, la relevas tú y de paso comes, y me lo monto para regresar antes de las cinco para que puedas volver un rato al curro”. Arf.
Todo esto con un machacón hilo musical a dos voces: ¿Hoy qué haremos? ¿Jugamos? ¿Pintamos? ¿Nos disfrazamos? ¿Cuánto falta para comenzar el cole? El otro día, resignada, la de cinco años me preguntó que hoy qué. Cómo diciendo, ¿qué me depara el día, maja? ¿Con qué festival me obsequiarás? Pues, a partir de esta semana, con el normal, el de septiembre a junio, ¡que no es poco!
Comentarios
Triste realidad la reflejada en el artículo. Esta sociedad esta haciendo cada vez más incompatible el tener hijos y cumplir con nuestro rol de peones del capitalismo. Parece que los niños estorban, son algo secundario en nuestra vida moderna llena de satisfacciones superfluas. Somos cada vez más egoístas, queremos cumplir con el canon que se nos marca: tener trabajos estupendos, casa propia, hijos, perro, viajar, tiempo de ocio puramente adulto y un largo etc... Pero cumplir este canon es algo que supone un esfuerzo ingente, que desgasta y nos hace más infelices. Algo de toda esa larga lista se resiente porque no podemos con "todo". Lo triste es que casi siempre los que estorban, hacen ruido, nos "roban" parte de nuestro "valiosisimo" tiempo son esas personitas que hemos traído al mundo, que ni lo pidieron ni tienen culpa de que queramos ser superhuman queriendo tener todo a la vez. Cambiar el ritmo que sigue la sociedad no es algo que parece que se vaya a producir (al contrario irá a peor), y es algo que individualmente no podemos hacer. Lo que sí podemos hacer y deberíamos, es establecer claramente nuestras prioridades y ser consecuentes cuando tomemos decisiones. Los niños (como las mascotas) no deberían tenerse para completar nuestra lista de lo que es una vida “perfecta”. Hay que ser plenamente consciente de que los niños son SACRIFICIO, y si somos muy celosos de nuestro fabuloso tiempo pues es mejor no tenerlos. Pero claro, eso descuadraría nuestra “lista”…
Querida Gabriela: Dale, erre que erre "si te molestan no los tengas". Los niños no nos molestan. Clara ha dicho claramente (ja, ja) que es estupendo estar juntos las 24 h., lo que es muy difícil es trabajar y atenderles. Y NO, NO trabajamos para tener lujos si no para comer ¿sabes lo que es eso? ¿sabes lo que es ir de lado todo el día para hacer números a final de mes y no poder salirte del presupuesto ni un € para poder pagar la luz? Y NO, No es por pisazo, ni cochazo, ni nada, más bien es por los sueldos de m.... y los precios de todo (léase servicios básicos, alimentación, transporte ...
Definitivamente todo es caótico. Los padres estresados hasta decir basta, corriendo para compatibilizar horarios y hacerlo todo lo mejor posible y los niños obligados a pasar demasiadas horas en el colegio entre clases, comedor, extraescolares y lo que tercie sin ver a los papás más que para el baño y la cena... Ambos lo pasamos mal, no nos engañemos, que ellos estarían mejor en casita con alguno de sus papás, aunque no se pueda, que no se puede. Pasaos por mi blog de maternidad irreverente si os apetecehttp://hijanohaymasqueuna.blogspot.com.es/2012/09/la-policia.html
Totalmente de acuerdo con Clara. Gabriela, yo he tenido hijos porque he querido y siendo plenamente consciente de las consecuencias. Por ello he renunciado a tener "un trabajo estupendo, casa propia, viajar, tiempo de ocio puramente adulto y un largo etc..." Y no me quejo por ello. Sabía dónde me metía. De lo que nos quejamos la mayoría de los padres es de no poder conciliar las largas vacaciones de nuestros hijos con nuestro trabajo. Tan sencillo como esto.
Pero si cada vez los niños tienen menos vacaciones!!!.cunado yo estudiaba teniamos bastantes mas dias mis padres trabajaban los dos y nunca repito nunca los oi quejarse de las vacaciones porque ellos habian disfrutado de ellas cuando eran niños y lo veian normal.El problema es de los maestros( entre los que me incluyo) que hemos mal educado a unas cuantas generaciones, no les hemos sabido transmitir valores como el esfuerzo, el sacrifio o la dignidad creando un grupo de lloricas malcriados como los que firman articulos como el presente. Y eso es profesionalmente muy doloroso.
ya está la catalanada de rigor.Si escribes y trabajas en un medio de comunicación en castellano y haces enlaces a otras páginas, al menos avisa de que no está en castellano.
Es lo que tiene tanta diada, que se te olvida que trabajas, de momento, para un medio español opresor y no para la gaceta de tu pueblo liberador en el idioma autonómico, que tanto te mola como referente cultural pero no te da de comer.
Es
Con toda sinceridad, creo que este articulo no está a la altura de un medio como El País. Trata el tema de una manera superficial y con tópicos ridículos. ¿Se está pidiendo desde el artículo que los niños sólo tengan 30 días de vacaciones, y que esas vacaciones las tengan cuando los padres dispongan de ellas?Ya que entiendo que la periodista sabrá que no todo el mundo disponemos de vacaciones en Agosto o Julio, algunos incluso por no decir la mayoría, no disponemos de 30 días seguidos, por no hablar de los autónomos, que hay años que no pueden ni cogérselas dependiendo de su negocio.Por lo tanto tratar las vacaciones de los niños, sólo usando tu ejemplo personal, que sí dispones de 30 días en verano, es lo más superficial y lo más memo que he leído hace tiempo en un medio tan importante.Y además, me parece corto de miras, pensar que todo los trabajadores disponen de 30 días de vacaciones seguidas en verano...
Tengo 3 hijas de 5a9 años. Decidí dejar de trabajar para estar con ellas. Hace 3 años que trabajo y en verano excedencia. Prefiero no ir de vacaciones o apretarme el cinturón.Los hijos no son jiguetes ni trastos a aparcar. Si no te quieres sa rificar no los tengas. ¿o es que también querrías qie trabajaran 40 horas smanales?
el caos de las vacaciones, los horarios, los afectos y los deberes; todos estos compartidos, hacen exclamar han regresado al cole, normalidad, habitos, "rutina", solo el mejor proceso de adaptacion crea un desapego a lo primero y una consecuencia alo segundo, la altivez dentro de la generalidad de trabajo y crianza de los niños es independiente del tiempo del curso que vivamos.
Me adhiero a todos ya cada uno de los adjetivos, adverbios y demás calificativos verbales para proclamar que el 12 de septiembre fue un día especial...tan especial que me pareció que a la hora de la cena todo era calma y paz al volver a reencontrarnos. Porfín teníamos algo serio y interesante que hablar. Gracias graciassss y graciasssssss. No podía ni un solo día massssssss.
Gracias por el link al blog de Anna Manso, un buen descubrimiento.
Que bien! ya han vuelto todos,!! se os echaba de menos. A Felix quejandose siempre del catalan, a los talibanes de "los niños son siempre maravillosos y tu eres una mala madre si te quejas!" y a los que no saben distinguir entre un blog y un articulo periodistico. Bienvenidos!! yo estoy trabajando desde el 30 de Julio, snif! y si, es muy dificil conciliar trabajo con vacaciones de niños, y eso que aqui tienen apenas 50 dias, pero esas 3 semanas que yo trabajo (porque me da la realisima gana, que pa eso estudie to mi vida y mis padres asi lo quisieron [este es otro idioma, Felix!!]) y el niño en la casa son muy dificiles y uno suspira cuando vuelve la normalidad a la familia!!
Es cierto, es un caos. Pero creo que es por cómo está montada la sociedad, por cómo vivimos. Y aunque eche de menos espacios en que los niños disfruten de sus largas vacaciones escolares, recursos para los padres que trabajan los dos y no pueden hacer otra cosa... pues me resisto con todas mis fuerzas a pensar en el cole como en una guardería, un sitio donde tener a los niños mientras trabajamos. Creo que este concepto está haciendo un daño profundo a lo que debería ser un colegio.En la reunión de presentación del cole de mi peque, ningún padre preguntó que harían en clase, qué iban a aprender, qué método utilizaría la profesora para llevarles a esos contenidos que prentidera que aprehendiesen... nada. Pero si hubo muchas preguntas sobre a qué hora pueden entrar, hasta qué hora pueden quedarse, calendario de festivos, entonces, en septiembre no hay comedor...Sí, vivimos unos tiempos muy difíciles. Pero, en serio, ¿ tiene sentido que un niño entre en el cole a las 7.30 ( desayuno, los primeros del cole) y salga a las 18 (comedor, extraescolares) sin haber visto a sus padres en todo el día? Puede que sea necesario en algunos casos, sí, pero ¿tiene sentido?.Creo que tenemos que trabajar para cambiar un poco este mundo que estamos construyéndole a nuestros hijos.
De hecho, en el mundo en que vivimos los únicos que no tienen estos problemas son los hijos de profes, en los que me incluyo.La mitad de mi família son profesores y mi pareja también lo es. Si ahora me planteo hijos, todo recaerá sobre él.Vivimos en una sociedad que no permite la flexibilidad...en otros países los niños tienen los mismos días de vacaciones, pero los padres pasan más tiempo con ellos. En el Norte (si, si, esa zona evolucionada de la europa superior) a las 5h la gente ya está en casa. No a las 7-8-9 como aquí.Seamos realistas: los niños no pueden pasarse las mismas horas q nosotros nos pasamos en el trabajo pq justamente son niños, no adultos. Lo que resulta triste leer comentarios de lectores que dicen tener que renunciar al trabajo para poder estar con los niños. Y si orgullosos. De hecho, orgullosas porque siempre son las madres las que renuncian a su carrera laboral. Qué triste verdad vivimos...
Buenísimo el blog, pienso "exactamente" igual.El problema es que para "vivir" se necesitan mínimo 2 sueldos, agosto cogí del 1 al 31 de agosto y mi mujer del 13 de agosto al 12 de septiembre. El mes de julio en mi caso, tenía asumido que apuntaría a mi hijo mayor "al casal" del cole, la peque va a la guardería... En el trabajo me recortaron 200 euros mi nómina aparte una reducción muy potente en la paga extra, pues "el casal" se ha realizado en "casa las yayas" y francamente muy bien, quizás porque tiene solo 4 años. 81 días de vacaciones es una locura, digan lo que digan y que conste que mis hijos es lo que más quiero de este mundo, pero "el día día", para los que todavía trabajamos es realmente complicado y suerte de los que tenemos "yayas", si no si que mejor que uno de los dos pase de trabajar “si se lo puede permitir”.Por cierto conozco un montón de padres “parados”, que tiraron de casal y tachaban los días para que comenzaran los coles porque “literalmente” ya no podían más.
Han vuelto al cole y empiezan los gastos.Si, despues de volvernos locos para compatibilizarlo todo durante el verano, ahora nos toca gastar, y si encima tiene uniforme.... preparate para el atraco.Por eso hemos creado una web de prendas básicas de uniformes escolares, www.unikids.esestamos empezando y tenemos lo básico, de momento, espero que os guste y sobre todo que os sirva para ahorrar.saludos
Para cuidar de su educación y desarrollo en el sistema educativo en el http://colegiosanjorge.es/ Colegio Privado San Jorge nace en torno a una idea: proporcionar a los padres la oportunidad de que sus hijos se formen en un entorno humano especialmente agradable que les permita desarrollar sus potencialidades humanas a través de experiencias estimulantes de aprendizaje y unas interacciones sociales armónicas.
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Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.