Este año el toro se llama ‘Volante’

Los toros a los que ama profundamente el señor Vargas Llosa y que no quiere que desaparezcan de la faz de la tierra deben ser otros bien distintos a los que yo respeto y defiendo. En su artículo en la sección de Opinión de EL PAÍS del pasado domingo nos relata un “espectáculo” que presenció en la plaza de toros de Marbella, no sé si sentado junto a alguno de esos jeques que financian diversas actividades culturales en este país.

Si tanto ama el señor Vargas Llosa al toro, le voy dar una oportunidad para su defensa más digna. Este año el toro de la Vega se llama Volante. Volante va a ser sacrificado, más bien masacrado, por las hordas que año tras año buscan enfervorizadas que corra la sangre por las calles y plazas de Tordesillas. El año pasado fue Afligido. Se resistía a morir a pesar de las múltiples heridas que los “valientes” guerreros de Tordesillas le habían causado con sus lanzas. Hubo que rematarle mientras el animal, al que algunas personas insisten en robarle los sentimientos de dolor, se retorcía en su agonía. Señor Vargas Llosa ¿por qué no defiende usted a Volante?— Lola Pereira.