La Eurocopa 2012
España ha revolucionado el mundo del fútbol porque ha hecho del espíritu asociativo entre sus jugadores seña de identidad de su juego. Nadie retiene el balón innecesariamente, sino que van prestos al apoyo creando espacios que ocupan antes que sus contrarios, a los que desarbolan porque la mecánica del pase anticipa el desmarque decisivo adelanto del gol. Y es que me dicen que ganamos, lo hicimos 4-0, me dicen sin sufrir, gustando al mundo entero. Me dicen que la furia dejó paso al buen juego, creando mil espacios y ataques muy certeros. No es cierto lo que oigo, no creo lo que veo, el fútbol se hizo arte, ¡no digas que fue un sueño!— Sergio Santamaría Santigosa. Girona.
Me alegra que la selección haya ganado la Eurocopa, me alegra que la gente salga a la calle a celebrarlo masivamente, pero… ¿Ahora que? Hemos ganado al fútbol, pero, antes y durante, hemos perdido en sanidad, hemos perdido en educación, hemos perdido en derechos de los trabajadores, etcétera; a causa de una crisis, con la excusa de una crisis, que en realidad es una estafa, consentida y auspiciada por los poderes políticos y económicos. Me alegraré mucho más cuando toda esta gente que ha salido a celebrar la victoria de la selección, también salga masivamente a la calle a mostrar su repulsa por las consecuencias de esta estafa, a exigir que nos devuelvan lo que nos han quitado, a exigir que paguen los responsables políticos y económicos, esos que pretenden tener la solución cuando desde el principio fueron parte del problema, a soñar un cambio de rumbo. Debemos y podemos ganar este “partido”.— Óscar Herrero. Madrid
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.