"Más que mandar, soy un mandado"

Pregunta. Dicen que es uno de los promotores musicales más influyentes. ¿De dónde sale este Ibiza 123, megaconcierto de lo que llama rocktronic?

Respuesta. El padre y la madre son la pasión, la ilusión de seguir rompiendo moldes. Ibiza es un referente musical. Allí estrené la canción de Freddie Mercury y Montserrat Caballé, que luego cantaron en Barcelona 92, y ya fue una fusión: rock y ópera. Hoy es la isla de la electrónica.

P. Sting, Lenny Kravitz… ¿Quién es el más rarito de los artistas que trae?

R. La rareza está en la extravagancia que unos tienen y otros no. Elton John, que tiene fama de muy extravagante, viene, una vez más, marcando la diferencia. Se presenta en Ibiza con una propuesta única de rocktronic. Con 65 años, sigue siendo un pionero. Me parece espectacular.

P. ¿Le piden agua bendita o leche de burra para el camerino?

R. Eso era en los momentos buenos del pasado. Hoy te piden zumo de naranja y agua sin gas.

P. ¿Así de sosos?

R. Es que la edad no perdona.

P. Espanta pensar que su biografía pesa más de tres kilos. No se la habrán leído ni sus seres queridos.

R. Pienso que se refiere a un libro, regalo de mi 50 cumpleaños, que me hicieron mi señora y mis amigos, que al principio me mosqueó muchísimo y ahora aprecio. Muchos amigos no están en él y también se mosquearon.

P. Figura hasta Ronald Reagan. ¿Come de todo, aunque lo acompañe de omeprazol?

R. Me hacen comer de todo. A veces me sienta bien y otras mal. Y sí [carcajada], tengo que tomar omeprazol o estomil de vez en cuando.

P. Defiende con gran militancia la dedicación que tuvo Michael Jackson a los niños. ¿Era más o menos cariñoso con ellos que algún que otro obispo?

R. Me hubiera gustado que crucificaran merecidamente a algún obispo, no a todos. Pero lo de Michael Jackson ha sido una de las mayores injusticias que he vivido en mi carrera musical. He conocido en su casa durante 10 o 15 años a miles de niños con cáncer, con enfermedades; les dio cientos de millones y jamás hizo publicidad de ello. Le hicieron la peor de las acusaciones, pederastia; nadie lo defendió, y cuando le absolvieron, nadie habló de ello.

P. Entonces, es peor ser cura que ser Michael Jackson.

R. Ser algunos curas, sí. No todos.

P. Enreda también en Rock in Río. ¿Mete la cuchara en todas las salsas?

R. Más que enredar, me enredan. Y solo me dejo cuando me apasiona el tema. Somos la empresa más importante de España, Live Nation, y tenemos, por ejemplo, a Madonna en Barcelona. Pero yo no mando. Más que mandar, soy un mandado. Yo soy un servidor de todos, un bombero.

P. Bombero torero.

R. Por supuesto, porque toreo en todas las plazas y tengo el cuerpo lleno de cornadas, pero apago el fuego al mismo tiempo. Y a veces se incendia la plaza.

P. ¿A quién no dejaría cantar ni debajo de la ducha?

R. A mí mismo [ríe]. Solo me piden que cante Maruzzella, una canción napolitana, la favorita de mi madre. Maruzzella y Reginella.

P. ¿Para cuándo contratar a Manolo Escobar entre Madonna y Elton John?

R. Cuando él quiera.

P. Eso no se lo dice usted en la calle.

R. Hay que atreverse a todo en esta vida, pero no debemos olvidarnos de que Manolo Escobar merece el respeto que le corresponde actuando ante un público que le quiere y le adora, y no poniéndole a torear en plazas o con toros bravos que no son lo suyo.

P. “Adoro fusionar mundos”. ¿Qué sale de la fusión Cristiano-Messi?

R. Tengo una gran admiración hacia Ronaldo, pero me gusta el arte. Y creo que Messi representa el arte, y Ronaldo, la fuerza.

P. ¿Cuál ha sido la mayor o la mejor sorpresa de su vida?

R. El nacimiento de mis hijos.

P. ¿Y la peor? ¿Sabe que los Reyes Magos son los padres?

R. La peor, la muerte de mi madre. Los Reyes Magos no existen, pero lo que más me emociona es que mi hija aún se crea que existe Papá Noel. Espero que tarde lo más posible en descubrir que somos nosotros.

P. Amor, música, champán, Ibiza, Barcelona, Carinaro. Ordene según preferencia.

R. Carinaro [su pueblo, en Campania], donde nace todo; el amor es lo que mueve todo; la música es la pasión; Barcelona, el descubrimiento; Ibiza, mi refugio y mi todo, y el champán, el brindis a la vida.

P. El champán, el último. No lo diría nadie, con esta botella de Dom Pérignon Roséque nos estamos atizando.

R. Porque es el himno a la alegría. Brindiamo! Un placer.