Porsche Boxster, un deportivo emocionante
Su carrocería supone una revolución porque combina acero con un 47% de aluminio. La dirección –ahora electromecánica– es magnífica, igual que los frenos. Por menos de 53.000 euros no hay en el mercado un deportivo tan emocionante.
Parece mentira que llevemos ya 16 años viendo el Boxster por la calle. El primero (tipo 986 de 1996) sirvió a Porsche para superar su peor momento económico, y tuvieron que lograr sinergias con el 911 para ahorrar. Bastaba con mirarlos para saber que tenían mucho en común.
Luego llegó en 2004 el Boxster tipo 987, y ahora sale al mercado el 981. Boxster y 911 siempre han evolucionado de forma paralela; el 911 estrena las innovaciones y luego el Boxster las adopta. Reproduce casi al milímetro todas sus mejoras: carrocería mixta de acero y aluminio, reducción del peso y el consumo, más distancia entre ejes o nuevos sistemas electrónicos para mejorar el dinamismo.
La nueva carrocería supone una revolución porque combina acero con un 47% de aluminio. El Boxster anterior solo llevaba de aluminio el capó y la tapa del maletero. Con estos cambios, el ahorro de peso en la carrocería alcanza los 30 kilos, y lo que es más importante, la rigidez aumenta un 40%.
El Boxster (52.790 euros) pesa sólo 1.310 kg y el Boxster S (67.135 euros), 1.320. En el que se vendía hasta hace poco, para retirar el techo primero había que soltar manualmente un gancho central en el arco del parabrisas, y luego plegarlo mediante el botón. En el nuevo todo el proceso es automático. Además, ahora no hay una tapa para la capota una vez plegada –con lo que se ahorran 12 kilos–, de modo que la lona queda a la vista detrás de los arcos de seguridad. Según la marca, con la capota puesta el ruido en el interior se ha reducido a la mitad, y la luneta térmica es 12 cm más larga.
El interior también ha evolucionado como el 911, con la consola central alargada tipo Panamera y Carrera GT. Lo que no nos gusta es el freno de mano por botón, y seguimos prefiriendo el sistema tradicional. Pero ya se sabe que lo mejor de un Porsche es el motor.
Antes el propulsor del Boxster S sí tenía inyección directa, pero el Boxster no. El Boxster lleva un nuevo 2.7 –antes 2.9 y 255 CV– de 265 CV con inyección directa que deriva del que usa el Boxster S. Este, en cambio, incorpora un 3.4 de 315 CV –antes 310 CV–, una ligera evolución del propulsor que llevaba el anterior Boxster S. Es también muy moderno, porque en 2009 el Boxster adoptó un motor con inyección directa muy similar al del 911. Recordemos que el 911 tipo 997 de 3.6 litros rendía 345 CV, y el nuevo 911 tipo 991 con motor 3.4 alcanza 350 CV.
El interior también ha evolucionado como el 911, con la consola central alargada tipo Panamera y Carrera GT
Tanto el propulsor del Boxster como del Boxster S suben hasta unas 7.500 rpm y tienen un carácter similar, aunque el S ofrece más par y demuestra más rabia en la zona alta de vueltas. Además en la nueva gama es de serie en la tecla Sport, que gestiona la respuesta del motor de forma más rápida y deportiva. Estamos ante un deportivo modélico, que transmite mucho y obedece al instante cada orden.
La dirección –ahora electromecánica– es magnífica, igual que los frenos. Otra mejora importante es que la distancia entre ejes ha crecido 6 cm, lo que le hace más estable en curvas rápidas. Rodando por virajes enlazados de 3a y 4a velocidad, el Boxster emociona y muestra lo mejor de sí mismo. Con la opción “PTV” (torque vectoring) con autoblocante mecánico opcional, toma las curvas aún mejor.
En todo caso, el Boxster “básico” nos parece más que suficiente para disfrutar intensamente al volante, mientras que el nuevo Boxster S está muy cerca del 911. Desde nuestro punto de vista, si el cliente va justo de dinero, es más interesante comprar un Boxster bien equipado –cambio PDK, 3.000 euros– que un Boxster S sin opciones. El paquete Sport Chrono sólo lo aprovecharán los más quemados y, como siempre, implica disponer de la mágica tecla “Sport Plus”. Además, ahora incluye apoyos dinámicos del motor, que modifican su rigidez según la situación de conducción.
El cambio de serie sigue siendo manual de seis velocidades para Boxster y Boxster S, y si se pide con PDK, este se puede manejar moviendo la palanca o con los pulsadores. Para cambiar mediante levas hay que pedir también la opción del volante deportivo, que a nuestro juicio ya debería ir incluido al pedir el PDK. Se suele decir que los Porsche son caros, pero por menos de 53.000 euros no hay en el mercado un deportivo tan emocionante ni tan bien hecho como el Boxster.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.